Acusan pareja sorprendida usando sustancias controladas frente a su hijo en Cabo Rojo

CABO ROJO: Denuncias por negligencia dentro de la Ley de Maltrato de Menores fueron sometidos contra la pareja compuesta por Mariancy I. Meléndez De Jesús, de 23 años, y James Lee Pardo Rosado, de 22.

A estos se les imputa que el pasado 16 de enero fueron sorprendidos mientras presuntamente consumían sustancias controladas dentro de un vehículo en la carretera 102, interior, en Cabo Rojo.

Se alega que la situación se produjo durante una intervención vehicular. Para agravar la situación, dentro del vehículo estaba un menor, hijo de ambos. 

La agente Milagros Santiago, de la División de Delitos Sexuales de Mayagüez, y la fiscal Rosa Acevedo, sometieron las denuncias en la sala del juez Luis F. Padilla Galiano, quien halló causa probable para arresto, imponiendo una fianza global de $2,500, que prestaron, quedando en libertad hasta la vista preliminar.

Sala de Emergencias del Hospital Metropolitano de Cabo Rojo seguirá abierta

CABO ROJO: Una nueva corporación tomará las riendas de la operación de la Sala de Emergencias del Hospital Metropolitano de Cabo Rojo a partir de mañana viernes, 31 de enero, a las 12:00 del mediodía, garantizando que los caborrojeños continúen contando con ese esencial servicio.

En diciembre del pasado año, la empresa Metro Pavía solicitó el cierre de la Sala de Emergencias y la enmienda al Certificado de Necesidad y Conveniencia (CNC), que entonces fue aprobado por el Departamento de Salud.

Ante la situación, el alcalde Jorge Morales Wiscovitch se comunicó con el secretario designado del Departamento de Salud, doctor Víctor Ramos, con el fin de hallar una solución al predicamento.

“Desde el primer momento en que fui notificado hace unos días, establecimos comunicación inmediatamente con el secretario para encontrar alternativas y evitar que nuestra gente se quedara sin acceso a una atención de emergencias. La salud de nuestros ciudadanos es y seguirá siendo una prioridad”, sostuvo el alcalde Morales Wiscovitch.

El incumbente municipal se reunió con el doctor Ramos y fue notificado sobre un plan estructurado que permitió la permanencia de la Sala de Emergencias bajo una nueva administración.

Según la conversación sostenida con el jefe de Salud, la transición será “organizada y transparente, asegurando la continuidad de los servicios”.

Se supo que la nueva compañía operadora se comprometió a retener al personal actual, incluyendo médicos, enfermeras y enfermeros, así como empleados administrativos

Los turnos de atención médica se mantendrán en horario de 7:00 de la mañana a 11:00 de la noche.

“Agradezco profundamente al Secretario de Salud, el Dr. Víctor Ramos, por sucompromiso y rápida respuesta ante esta situación. Gracias a su apoyo y a las gestiones realizadas, logramos evitar el cierre de la Sala de Emergencias y garantizar un servicio vital para nuestra comunidad. Continuaremos pendientes y trabajando en el proceso de transición con el nuevo operador para que no se vea afectada la salud de nuestros ciudadanos”, dijo el alcalde Morales Wiscovitch.

[CPI] Autoridad de Carreteras no ofrece solución a inundaciones en la PR-64 de Mayagüez

Por Luis Joel Méndez/Centro de Periodismo Investigativo

MAYAGÜEZ: Eran las 8:12 p.m. del sábado 25 de mayo de 2024, cuando Jorge Ramírez González y María L. Carrero Orsini, ambos de 74 años, supieron que nuevamente tendrían que invertir tiempo y dinero en limpiar profundamente el fango que había en su casa. Unas horas antes, la vivienda en la que ambos criaron a sus tres hijas en el sector El Maní, en Mayagüez, se inundó cuando el canal aledaño a su propiedad se salió de su cauce tras una fuerte lluvia.

La pareja experimentó frustración e intranquilidad. Y estos sentimientos se repiten cada vez que su casa se inunda por las crecidas que afectan a El Maní, una comunidad en el litoral mayagüezano perteneciente al barrio Sabanetas, cuyos residentes tienen bajos ingresos económicos de acuerdo con los datos más recientes del Censo de Estados Unidos. La calle Villa Ramírez, donde residen Jorge y María, es la más susceptible a las inundaciones.

La familia Ramírez Carrero asegura que vive a merced de las inclemencias del tiempo, pues se han agravado las inundaciones en el área. La frecuencia con la que se desborda la calle depende de las pulgadas de lluvia que caigan, pero como la capacidad de drenaje allí es deficiente, no tiene que llover torrencialmente para que haya una inundación.

Esa angustia que siente el matrimonio cada vez que el cielo se nubla no siempre estuvo ahí. Aunque en su calle a veces se acumulaba el agua, el problema se agravó a partir de las obras hechas como parte de una ampliación en la carretera PR-64 hace más de una década, asegura la pareja.

La construcción vial se sumó a otros desarrollos comerciales en la periferia que destruyeron humedales, alteraron la hidrología del área y contribuyeron a la “impermeabilidad” que padece El Maní. Ese es el término utilizado para referirse a la pérdida de capacidad del suelo de absorber el agua de manera natural, en este caso, de escorrentías y de lluvia, explicó el Dr. Walter Silva Araya, profesor del Departamento de Ingeniería Civil y Agrimensura del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).

“Con cada nuevo desarrollo ha aumentado la impermeabilización de la comunidad”, dijo Silva Araya. “Esta tendencia es lo que ha aumentado el agua [que se acumula]”.

El Maní es un ejemplo de cómo la planificación desordenada eleva los niveles de vulnerabilidad de carreteras, como la PR-64, cuando ocurren eventos extremos de lluvia y sequía, los cuales se espera aumenten a consecuencia de la crisis climática. Esta situación pone en riesgo a los usuarios de esas vías y principalmente a los residentes en el área, encontró una investigación del Centro de Periodismo Investigativo (CPI). Las inundaciones, que se agravaron en El Maní desde el inicio de la construcción del desvío de la PR-64 en 2008, fueron la consecuencia de ignorar las experiencias históricas de las comunidades.

En Puerto Rico, casi un 15% de las carreteras municipales y estatales están en zona inundable, con al menos un 1% de probabilidad de ocurrir al año, encontró un análisis del CPI con datos del Plan de Uso de Terrenos y los Mapas de Niveles de Inundación Base Recomendados de la Junta de Planificación.

La comunidad El Maní nació a finales de la década del 50. Según un estudio del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) liderado por el doctor Edwin Asencio Pagán, en la década del 70, el Gobierno de Puerto Rico entregó títulos de propiedad sobre las parcelas en el sector a familias identificadas como de escasos recursos económicos. Con aproximadamente 1,200 residentes, según datos del censo de 2020, fue declarada Comunidad Especial en 2001. De acuerdo con la Ley para el Desarrollo Integral de Comunidades Especiales de Puerto Rico, para que una comunidad sea considerada como tal debe reunir parámetros como bajo nivel socioeconómico, condiciones de infraestructura básica inadecuada, alta proporción de personas desempleadas, altas tasas de analfabetismo, baja escolaridad, condiciones ambientales peligrosas o viviendas deterioradas.

¿Quién está preparado para vivir así?

Desde que se iniciaron las obras en la carretera PR-64 en 2008, el hogar de los Ramírez Carrero se inunda al menos dos veces al año, relató la pareja al CPI.

Ramírez Morales y Carrero Orsini dijeron que no necesitan que la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT) les certifique que esa construcción empeoró las inundaciones en su calle porque su experiencia les llevó a advertir, hace más de una década, a funcionarios y contratistas de esa corporación pública que se agravarían las inundaciones cuando el proyecto estaba en construcción. Lo hicieron en persona y por escrito. No los escucharon.

“Cuando hicieron la carretera, que nosotros veíamos los problemas que íbamos a tener, fuimos a reclamarle a una ingeniera del gobierno”, dijo Ramírez Morales, sin poder recordar el nombre de la persona con la que habló. “Ella, ya molesta, me comentó que nosotros estábamos protestando mucho sin ver el proyecto terminado. Yo le dije: ‘Usted tiene mucha razón. Cuando usted termine el proyecto y lo entregue, usted va a Arecibo o a Ponce a hacer un proyecto de la misma categoría, y nosotros nos vamos a quedar con el problema, que es lo que ha ocurrido del 2010 para acá’”, relató.

Durante unas vistas públicas celebradas en 2004, los residentes en la comunidad mostraron preocupación ante la posibilidad de que las obras aumentaran los niveles de inundación allí, recoge el documento de evaluación ambiental. En respuesta a esa preocupación de los vecinos, la ACT les prometió que no se elevaría la carretera. De acuerdo con documentos revisados por el CPI, aumentar su nivel empeoraría las inundaciones en la comunidad, explicó el diseñador del proyecto, Carlos M. Rexach Soto.

La Autoridad de Carreteras aseguró, en las evaluaciones ambientales del proyecto, que el 80% de los residentes de El Maní “entrevistados” estaba de acuerdo con la ampliación de la PR-64, pero no precisó a cuántas personas entrevistó para obtener ese porcentaje.

Las dos ingenieras de la ACT a cargo del proyecto fueron Ivelisse Pérez Márquez y Yaritza Cordero Bonilla. En el proyecto también participaron la firma Roberto Rexach Cintrón & Associates y la constructora Tamrio, según dos expedientes de la ACT y de la Administración de Tribunales a los que tuvo acceso el CPI.

La ingeniera Cordero Bonilla, administradora del proyecto y empleada de la ACT, confirmó al CPI que, a inicios del proyecto, conversó con representantes de la mencionada firma de ingenieros acerca de la preocupación de los residentes con la ampliación de la PR-64. Carlos M. Rexach Soto respondió que, independientemente del diseño del proyecto, la comunidad estaba ubicada en zona inundable. Así que la obra continuó.

Al fin y al cabo, “el ámbito del proyecto no estaba concentrado en solucionar los problemas de inundación del área”, aunque su diseño, según la firma Rexach & Cintrón & Associates en una de sus misivas a la ACT, intentaría disminuir las inundaciones. Pero el problema se agravó.

“Eso es mentira”, respondió Ramírez Morales a preguntas sobre si la comunidad siempre se inundaba, como afirmaron las ingenieras al ser entrevistadas. “Ahora, con cualquier lluvia, se inunda. No tiene que venir un huracán para inundarse”, aseguró el ciudadano.

Advertencias ignoradas por la ACT

Desde septiembre de 2011, cuando llovía, el nivel de agua en la carretera impedía el paso y dejaba incomunicados a los residentes, advirtió en una carta a la ACT Wilfredo Ramírez Morales, vecino de El Maní.

Esto fue antes de que el proyecto de construcción terminara. “Están a tiempo de corregir los problemas que están causándonos, privándonos del derecho a la entrada y salida libremente de nuestros hogares y haciendo que nuestras propiedades pierdan valor”, reclamó entonces Ramírez Morales.

El camionero, nacido y criado en la comunidad, aseguró al CPI que su propiedad solo se había inundado en dos ocasiones antes de la ampliación de la PR-64; una cuando el Río Grande de Añasco se desbordó por las impetuosas lluvias de la tormenta Eloísa en 1975 y otra en 1997, durante el huracán Georges.

En entrevista con el CPI, el supervisor de la Oficina Municipal de Manejo de Emergencias de Mayagüez, Alfredo Vargas, explicó que la PR-64 se inundaba “siempre que llovía”. Sin embargo, alegó que unas mejoras del municipio a la PR-64 han mermado las inundaciones en la zona, aunque no se han remediado completamente, según publicaciones en redes sociales de los propios residentes en la comunidad.

Una demanda de 2010 por expropiación relacionada al proyecto, que todavía está activa, alega que la constructora Tamrio — contratada por la ACT — tapó la salida de unas tuberías de desagüe en la PR-64 durante su ampliación hace más de una década. Esto provocó que la vivienda de una de las familias del sector se inundara y terminara inhabitable. La familia Villarrubia Ramírez alega que la agencia sabía que la propiedad se inundaría.

El informe sobre el problema de inundaciones que hizo la ACT en 2015 también recoge las denuncias del ingeniero y agricultor Enrique Calderón, quien alegó ante la Oficina del Procurador del Ciudadano que su terreno en El Maní comenzó a inundarse hasta tres pies de altura después de que se culminó el proyecto, lo cual dañó sus cultivos.

El entonces director del Área de Construcción de la ACT, Noel E. Rosario Hernández, solicitó al Grupo Interdisciplinario de Pre-Planificación de la corporación pública que evaluara el problema de inundaciones en la PR-64, particularmente entre los kilómetros 0.3 y 0.4. 

Su sugerencia principal fue “dragar el canal” desde un puente aguas arriba en la PR-64 hasta su punto de conexión con el Caño Boquilla. También establecer un programa de mantenimiento recurrente del canal para minimizar el problema de inundación, pero en el informe se reconoce que, “aún en óptimas condiciones, el canal no tiene capacidad para controlar escorrentías de eventos de lluvia extraordinarios”.

La ampliación formó parte del proyecto Desvío Oeste, a cargo de la ACT y el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), un ambicioso proyecto vial que comenzó hace más de 20 años que buscaba descongestionar el tráfico de la PR-2 y proporcionar a los turistas una carretera costera con un paisaje agradable.

El exsecretario de DTOP, Rubén A. Hernández Gregorat, destacaba las mejoras al tramo donde viven los residentes en la calle Villa Ramírez y las incluía dentro de la transformación de infraestructura a la que se sometería la zona en el marco de los XXI Juegos Centroamericanos y del Caribe, celebrados en Mayagüez en 2010. El CPI intentó, sin éxito, comunicarse con Hernández Gregorat.

El proyecto del llamado Desvío Oeste se dividió en múltiples fases que incluían ampliar, pavimentar, rotular, sembrar, así como construir sistemas de drenaje y hacer las carreteras PR-2, PR-64 y PR-341 más amigables a los peatones, según las evaluaciones ambientales del proyecto. El costo de la ampliación de la PR-64, que conecta la PR-2 con la PR-341 en la comunidad El Maní, fue de $11.6 millones, según Juan Olmeda Reyes, oficial de prensa de la ACT.

Cúmulo de problemas

A través de los años, tanto los vecinos como la administración municipal de Mayagüez han identificado un exceso de sedimentación en el canal tributario cuando llueve mucho, deficiencias en el desagüe e incapacidad del canal para recoger las aguas. Los residentes también mencionan que el declive que se diseñó en la carretera, en lugar de ayudar a que las aguas pluviales discurran hacia fuera de la comunidad, las mueve a sus casas.

El declive tenía el objetivo de encauzar las aguas a los drenajes que conducen al canal tributario, según el informe de evaluación que hizo la ACT en 2015. Pero en el mismo informe se reconoce que el canal carece de capacidad para captar las aguas pluviales durante eventos extraordinarios, como vaguadas y tormentas. La experiencia para los residentes, sin embargo, ha sido que, aun en eventos de lluvia moderada, el canal es incapaz de captar el agua y, por lo tanto, las escorrentías se acumulan en la vía pública y en la comunidad.

El informe reconoce: “Lamentablemente, cuando el canal está lleno, la tajea y los drenajes también están llenos a capacidad y se acumulan las aguas en la carretera y colindancias inmediatas”.

Ivelisse Pérez Márquez, directora de la Oficina Regional de la ACT en Mayagüez durante el proyecto, dijo al CPI que su agencia no podía alterar el canal como parte del proyecto debido a que hacer esto era responsabilidad del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA).

El historiador mayagüezano Javier Cesaní Román explicó al CPI que el canal fue diseñado por terratenientes del azúcar entre las décadas del 40 y el 50 por recomendación del Gobierno de Puerto Rico. El proyecto fue costeado con fondos privados.

De acuerdo con el Catastro Digital del Centro de Recaudación de Impuestos Municipales (CRIM), el Caño Boquilla está adyacente a 12 terrenos privados pertenecientes a dueños distintos.

Como la construcción del canal fue una inversión privada, el DRNA no tiene obligación de darle mantenimiento, según la Ley 55 de 2004. La ley no precisa sobre cuál entidad gubernamental recae el mantenimiento del cauce, sino que depende del trabajo que quiera hacer el DRNA en coordinación con el Municipio y con el propietario del terreno.

El oficial de prensa del DRNA al momento del reportaje, Joel Seijo Rivera, indicó que la responsabilidad de limpiar quebradas, arroyos y caños recae en los municipios y que la agencia no tiene ningún proyecto de limpieza para la quebrada El Maní o el Caño Boquilla.

Ninguno de los estudios ambientales del proyecto revisados por el CPI anticipó que eventos de lluvia sostenidos, más allá de vaguadas, tormentas y huracanes, provocarían que las casas colindantes se inundaran.

Las dos ingenieras del proyecto coincidieron durante una entrevista conjunta con el CPI en que el canal se tenía que limpiar periódicamente ante la pobre capacidad de captación de agua durante eventos de lluvia extraordinarios. En años recientes, esta limpieza la ha asumido el Municipio.

“Cuando el caño no está en condiciones [limpio], la carretera coge más agua”, indicó Pérez Márquez.

La ingeniera Cordero Bonilla explicó que tanto la ACT como el DTOP limpiaron el canal una vez se finalizó el proyecto de ampliación en la PR-64 en 2012. Desde ese entonces, el Municipio se ha hecho cargo de su limpieza, dijo el alcalde Jorge L. Ramos Ruiz.

Fallas de construcción identificadas por el Municipio

El Alcalde de Mayagüez explicó que hace dos años, en una de las limpiezas del canal de agua, encontró una acumulación de tierra que obstruía el flujo de agua que, a su juicio, pudo haber agravado las inundaciones en el sector.

El material fue encontrado en un tramo donde hubo un tipo de puente que se utilizó durante un tiempo para el desarrollo de una finca de mitigación, para remediar los daños a los humedales aledaños como parte del proyecto vial. El CPI intentó visitar la finca, pero está inaccesible. Los vecinos de la comunidad aseguran que está en completo descuido.

También indicó que empleados municipales encontraron que el sistema de drenaje de la PR-64 no se había terminado de construir, lo que abonaba a la acumulación de agua en la vía. La administración municipal reemplazó los desagües por unos más grandes, a un costo de unos $5,000, dijo el alcalde.

Para Ramos Ruiz un rediseño de la carretera que eleve su nivel es la única solución permanente al problema de las inundaciones. Pero la firma de ingeniería Roberto Rexach Cintrón & Associates descartó desde el principio elevarlo porque entendía que, en lugar de aliviar la inundación, la empeoraría porque se acumularía incluso más agua, según una comunicación que la empresa mantuvo con la ACT.

En tanto, la ingeniera Pérez Márquez aseguró al CPI que no hay nada que reparar porque el proyecto está “bien hecho” y se hizo conforme a los planos, pasó inspección final y aprobación de la Federal Highway Administration.

“No podemos perder de perspectiva que esta zona es inundable y que el nivel freático está más alto que el nivel de sus patios”, destacó.

El ingeniero Silva Araya también opinó que elevar el nivel de la carretera no remediará el problema. Más bien instó a explorar la posibilidad de diseñar charcas de retención y un canal tributario más ancho que desemboque en el mar, aunque sea complejo y oneroso, o encomendar un estudio de drenaje para reducir las inundaciones en las propiedades.

Un importante recurso

La Reserva Natural del Caño Boquilla es uno de los pocos bosques de pantano estuarino salobre en Puerto Rico, explicó la Dra. Julia S. Mignucci Sánchez, cofundadora de Mayagüezanos por la Salud y el Ambiente, organización a cargo de coadministrar los predios de este importante ecosistema con el DRNA. La reserva, además de ayudar a controlar la erosión del suelo y ser una zona de filtración de contaminantes en el agua de recarga de los acuíferos, sirve como un sistema de control de inundaciones.

La ambientalista también relaciona las inundaciones en El Maní con la destrucción de humedales para la construcción de centros comerciales y carreteras. Esos terrenos eran utilizados décadas atrás para la siembra de caña de azúcar, y se mantenían húmedos.

El profesor Silva Araya explicó que no se puede señalar la ampliación de la PR-64 como el único causante de las inundaciones en El Maní. La construcción de estructuras como hospitales, centros comerciales, viviendas, barreras y carreteras en la periferia han alterado el flujo natural de las aguas al Caño Boquilla en Mayagüez y hacia el Océano Atlántico, dijo.

Silva Araya mencionó que la construcción en 2013 del Hospital de Veteranos en la PR-2, a unos minutos de El Maní, cambió el curso de un cuerpo de agua que atravesaba el terreno donde se construyó y alteró la hidrografía del sector.

El Maní está rodeado por múltiples canales y, cuando se desbordan sus aguas, terminan en la llanura que separa la comunidad del centro comercial Western Plaza.

Hidrografía sacrificada a costa del “desarrollo”

El centro comercial Western Plaza se construyó en la década del 90, a 10 minutos a pie de El Maní, en un terreno de humedales que ayudan a reducir el riesgo de inundaciones.   Bartolomé Carrero, residente en la comunidad, aseguró que la parte trasera de El Maní comenzó a inundarse a partir de esa construcción. El también comerciante lo atribuyó al impacto ambiental que tuvo el desarrollo en la zona.

“Aquí nunca pasaba eso”, recordó Carrero, vecino del lugar por al menos seis décadas.

En los años 90, se destruyeron cerca de 46 cuerdas de humedales para el desarrollo del Western Plaza, décadas antes de la ampliación de la PR-64, según datos del Catastro Digital del CRIM y del Inventario Nacional de Humedales del Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre. Este caso es un ejemplo de la mala planificación a la que ha sido expuesta la comunidad, a juicio de Ruben García Vaines, vicepresidente de la organización sin fines de lucro Mayagüezanos por la Salud y el Ambiente.

“El desarrollo de la carretera en 2010 para los Juegos Centroamericanos es un ejemplo de muchos otros proyectos que han impactado la hidrología del lugar (…) Cuando construyes una carretera o cualquier desarrollo, puedes cambiar el flujo o el movimiento hidráulico de las aguas”, dijo García Vaines.

Edwin Asencio Pagán, fundador de Proyecto Esperanza, que educa a residentes en comunidades costeras vulnerables en la zona oeste de Puerto Rico, dijo que la mayoría de los residentes en El Maní tienen 54 años o más y casi la mitad carece de seguros de propiedad en sus viviendas. Esto los torna más vulnerables a las inundaciones ante la amenaza del cambio climático.

El también profesor universitario mencionó que, en años recientes, se ha observado un éxodo de vecinos de la comunidad y preocupación entre los que permanecen. Esto debido a la lenta respuesta del Gobierno, la falta de recursos económicos de los residentes e incluso el temor a ser relocalizados, como ha ocurrido en el pasado.

“Cuando vienen estos eventos atmosféricos, el impacto siempre va a ser mayor”, expresó.

Según Ana Navarro Rodríguez, quien trabajó como especialista de calidad del agua en el programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico y es voluntaria de Mayagüezanos por la Salud y el Ambiente, el aumento en la frecuencia de eventos climáticos extremos tanto de lluvia como de sequía empeorará las inundaciones en El Maní.

Para Brenda Ramírez Carrero, de 52 años, es desesperante cada vez que el hogar de sus padres, María Carrero y Jorge Ramírez, se inunda. Sus progenitores tienen que albergarse en un refugio que construyeron en el segundo nivel de su propiedad cada vez que el agua entra en su casa.

Ramírez Carrero ha dedicado tiempo y esfuerzo en intentar que se corrijan los problemas que causan las inundaciones. Los residentes en la calle Villa Ramírez lograron que el Municipio de Mayagüez limpie el canal desde 2012 y que terminara la construcción del sistema de drenaje. Sin embargo, no han conseguido que la ACT o el DTOP le concedan una reunión para discutir los riesgos que les acechan cuando llueve.

La periodista de datos Gabriela Carrasquillo Piñeiro colaboró en esta historia.

Ascendido a sargento agente municipal de Mayagüez que murió en el cumplimiento del deber

MAYAGÜEZ: El alcalde Jorge L. Ramos Ruiz encabezó la ceremonia en donde se ascendió de manera póstuma, al policía municipal Balbino A. Morales Sánchez, quien falleció en la madrugada del pasado sábado a pocos minutos de llegar a su residencia en su motora oficial, tras concluir su jornada laboral.

El velorio de Morales Sánchez, de 62 años, y que llevaba 28 años como policía, comenzó en la tarde de ayer martes, 28 de enero, en la Funeraria Jalvin de Añasco con una guardia de honor de parte de sus compañeros de la Policía Municipal de Mayagüez.

El alcalde Ramos Ruiz decretó tres días de duelo por el fallecimiento de Morales Sánchez, quien contaba con una hoja de servicio intachable y en coordinación con el comisionado de ese cuerpo, el capitán Edgardo González, se rindieron los honores de un oficial fallecido en el cumplimiento del deber.

Desde este pasado se ordenó que las banderas de las dependencias municipales de Mayagüez ondeen a media asta por tres días, hasta el momento de su sepultura en el cementerio municipal de Añasco.

Desde las 8:00 de la mañana hasta las 12:00 del mediodía, su féretro fue trasladado a la Comandancia de la Policía Municipal de Mayagüez, localizada en la calle Enrique Vázquez Báez, donde todos sus compañeros de la Policía Municipal, funcionarios y empleados municipales desfilaron para despedirse, así como el pésame a sus familiares.

“Reiteramos nuestras más profundas condolencias y pésame a su familia y amigos, por la sensible pérdida de Balbino, una persona que se daba a querer con todo el que tuvo la oportunidad de conocerlo”, expresó el alcalde Ramos Ruiz.

“Esos niños que el cruzaba todas las mañanas en un centro Head Start y esos niños que cada vez que había un evento de pequeñas ligas de beisbol y otros eventos deportivos, era el que los escoltaba en su motora oficial, siempre lo recordarán como un policía municipal de excelencia”, añadió el ejecutivo municipal.

Ocupan “crack” y arrestan 2 sujetos en el caserío Cuesta Vieja de Aguadilla

AGUADILLA: Denuncias por violar la Ley de Drogas fueron sometidas contra Jonathan Pérez Maestre, de 42 años, residente en Moca; y Dariel Roldán Medina, de 19, vecino de Aguadilla, a los que agentes les confiscaron 44 bolsas de crack, parafernalia y un vehículo.

La intervención tuvo lugar ayer martes, 28 de enero, en la tarde, en lo predios del residencial Cuesta Vieja en Aguadilla.

El juez Orlando Avilés Santiago encontró causa probable para arresto contra ambos, imponiéndoles fianzas individuales de $20 mil.

En el caso de Pérez Maestre, pagó la fianza a través de un fiador privado; mientras que a Roldán Medina le revocaron la libertad en probatoria que disfrutaba, y lo ingresaron en el Complejo Correccional Las Cucharas de Ponce.

Los agentes de la División de Drogas de Aguadilla, dirigidos por el teniente Joel Vidal Afanador y supervisados por el sargento Luis Acevedo Valentín, trabajaron en la intervención.

Acusan dúo por asesinato ocurrido en Mayagüez

MAYAGÜEZ: Cargos por asesinato y varias violaciones a la Ley de Armas fueron sometidos esta tarde contra Axel Daniel Vélez Denizac, de 28 años; y Delvis H. Torres Acevedo, de 25, vecinos de Mayagüez.

A estos sujetos se les imputa que el 24 de febrero de 2021 compartían con la víctima, identificada como José Juan Morales Troche, residente en Cabo Rojo; al que le dispararon mortalmente.

El agente Rafael Mercado Ruiz, de la División de Homicidios de Mayagüez, investigó y esclareció el caso.

La fiscal Yanitza Negrón ordenó someter los cargos contra los presuntos asesinos.

La juez Sinia Pérez Correa encontró causa probable para arresto y les impuso una fianza global de $3 millones 200 mil, que no prestaron. Ambos quedaron sumariados al Complejo Correccional Las Cucharas de Ponce.

Alcalde de Mayagüez se reúne con su equipo para atender impacto de orden ejecutiva de Trump

MAYAGÜEZ: Ante la posibilidad de recortes en fondos federales esenciales debido a una orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump, el alcalde Jorge L. Ramos Ruiz aseguró a los ciudadanos que está preparado para afrontar esta situación, garantizando que los servicios esenciales y el pago de nómina no se verán afectados.

La orden ejecutiva suspende temporalmente la concesión de préstamos y subvenciones federales a partir del martes 28 de enero, mientras la administración del presidente Trump lleva a cabo una revisión integral del gasto público basada en criterios ideológicos.

“Somos conscientes del impacto que esta disposición puede tener en programas esenciales para nuestra ciudad, pero hemos trabajado arduamente para garantizar que Mayagüez cuente con una base financiera sólida. Esto nos permitirá mitigar las consecuencias de estas decisiones externas”, señaló Ramos Ruiz.

El alcalde añadió que se mantendrán atentos a la determinación final sobre los fondos provenientes de programas como CDBG, HUD y FEMA, que son cruciales para el desarrollo de infraestructura, la construcción de viviendas y los esfuerzos de recuperación tras desastres naturales.

“Nuestro compromiso es con el bienestar de nuestra gente. No permitiremos que decisiones externas y ajenas a nuestra realidad comprometan el progreso que hemos logrado juntos para nuestra ciudad”, concluyó el alcalde al salir de una importante reunión con su equipo de asesores económicos.

[OPINIÓN] 28 días “allá y acá”… Y lo que nos espera en los próximos 4 años

Por Marimer Lanza González-Rodiles

En estos primeros días del año, con nuevas administraciones tanto aquí como allá en la república del norte, me tienen con el alma y mi ser perturbados.

Me puse analizar sobre muchos acontecimientos históricos, que marcaron una gran diferencia y cambios para la Humanidad.  Tantas luchas para lograr cambios significativos para la sociedad y su bienestar.

Y en tan solo 28 días desde que empezó este año se han intensificado los odios, los rechazos, el racismo.

Me he preguntado si esto es un ciclo repetitivo en la sociedad…

Me pregunto, después de luchar tanto estamos como si no se hubiera hecho nada.

Siempre he pensado que cada cual tiene el derecho de pensar como quiera, de creer lo que le dé la gana.

Pero el querer imponer sus maneras de pensar y de creer, es una manera de opresión, una manera de someter y juzgar a los demás.

¿Qué pensaría Jesús de todas estas personas que utilizan su nombre en vano? Qué pensará Él de todas estas personas que se les olvida su principal mandamiento, Ama a tu prójimo como a ti mismo.

A Él le da asco el pastor que se hace rico con su fe… A Él le dan asco las personas que solo se convierten en buenas cuando pisan una iglesia, o cuando rezan el rosario sin descansar, y los que pasean con la Biblia debajo del brazo, y cuando están en su diario vivir no viven la vida con amor genuino; o los que calumnian y destruyen a los demás,  hasta los que se dan con piedras en el pecho de ser cristianos y odian la creación de Dios, los animales y los recursos naturales.

Todos vivimos en el mismo planeta Tierra, esta es la casa de todos. Todos debemos respetarnos los unos a los otros.

La sana convivencia es la base para vivir una vida plena, en tranquilidad y en paz.

Nadie es mejor que nadie, y nadie es menos un nadie.

Todos somos iguales, todos somos unos seres imperfectos que debemos buscar la manera de como convertirnos en mejores seres humanos.

La vida es corta, la vida es la mejor escuela.

Ame, respete, y tenga empatía.

En la foto, fui a contarle a Jesús como iban las cosas por acá abajo y esa fue la cara y la mirada que puso cuando le dije lo que acá estaba pasando.

Someten casos por violencia de género en Juana Díaz

PONCE: Dos sujetos quedaron sumariados en el Complejo Correccional Las Cucharas de Ponce, luego de que se hallara causa probable para arresto por hechos separados de violencia de género ocurridos en Juana Díaz.

En el primer caso, fue denunciado Bryan Alexander Santiago Cruz, quien enfrenta cargos por maltrato psicológico contra su expareja.

Alegó la perjudicada que el sujeto se presentaba en todos los lugares que ella frecuenta y la insultaba con palabras obscenas.

La agente Arleen Rosario, de la División de Violencia Doméstica de Ponce, consultó con la fiscal Ruth Miriam Pérez, quien ordenó someter el caso.

La juez Shakira Lebrón Muñoz halló causa para arresto, imponiendo una fianza de $10 mil , que el sujeto no prestó.

Santiago Cruz fue ingresado en el Complejo Correccional Las Cucharas en Ponce.

Por otro lado, también se sometieron denuncias por violar la Ley 54 de Violencia Doméstica contra Andrés Roque Marcano, de 56 años.

En este caso, la perjudicada, esposa del imputado, alegó que Roque Marcano la insultó con palabras soeces en varias ocasiones y le rompió un abanico.

El agente Pedro Maldonado Rivera consultó con la fiscal Ruth Miriam Pérez, quien también ordenó someter cargos por maltrato psicológico.

El juez Ángel Candelario Cáliz encontró causa para arresto, señalando una fianza de $10 mil, que el individuo tampoco pagó.

Se expidieron órdenes de protección en ambos casos y las vistas preliminares tendrán lugar el próximo 13 de febrero en el Tribunal de Ponce.

Identifican peatón atropellado ayer en San Germán

SAN GERMÁN: Las autoridades identificaron al peatón que murió atropellado en un lamentable accidente ocurrido a las 4:20 de la madrugada del martes debajo del puente de la carretera 119 y el kilómetro 172.7 de la carretera PR-2, en dirección de Mayagüez a San Germán, a poca distancia del Hospital de La Concepción.

Según la Policía, una llamada a través del Sistema de Emergencias 9-1-1 informó sobre un choque en el lugar. 

Los agentes hallaron sobre el pavimento el cuerpo de la víctima.

La persona, identificada como Carlos Rubén Santana López, de 64 años, murió como resultado de múltiples traumas sufridos tras haber sido arrollada por un auto. 

El conductor, que responde al nombre de Josúe Rodríguez Orama, manejaba un carro Scion del 2013, se detuvo en la escena.

Agentes de la División de Patrullas de Carreteras de Mayagüez le hicieron la prueba de alcohol a Rodríguez Orama, que arrojó negativo.