Enseñemos Autoestima

Recientemente estaba viendo las noticias en la televisión y lamenté profundamente una en la cual una jovencita de 19 años había sido intencionalmente pillada contra otro vehículo por su novio y como consecuencia del vil acto, ésta perdió ambas piernas.  Siguió transcurriendo la noticia y mi lamento comenzó a transformarse en frustración cuando informan que el sujeto ya había sido fichado en el pasado por un caso de drogas.  Siempre me pregunto “¿Qué están pensando las muchachas de ahora?”  Me quedo petrificada cuando veo en la calle a las muchachas tomadas de la mano de un chico que a leguas le notas la fachada de “chico malo”.

Se que muchas personas pueden decir que no porque tengan apariencia de “chico malo” lo sean, pero generalmente la imagen te dice lo que guarda el estuche.  Mi sentimiento de madre se agudiza cuando estas parejitas pasan por mi lado y siempre lamento que los padres no sean más insistentes a la hora de inculcarles autoestima a sus hijos.  Digo insistentes porque me rehuso a pensar que los padres no hagan el menor esfuerzo por fomentar el autoestima en sus vástagos.

Al igual que moral, respeto, algún tipo de religión y hasta defensa personal, los padres tienen que enseñarles autoestima a sus hijos.  Desde que nacen debes amarlos, besarlos, abrazarlos y decirles diariamente cuanto los amas y lo mucho que valen, ese es el paso básico para que ellos comiencen a sentirse seguros.  Es importante que le inculques que tienen el potencial para lograr perseverar en la vida y que pueden lograr cualquier meta que se propongan.

Siempre he pensado que la gran mayoría de las personas, o en este caso jovencitos, que se unen a individuos que no tienen el deseo ni el hambre de perseverar en la vida es que no tienen su autoestima alta, no tienen las herramientas emocionales para sentirse valiosos y entender que pueden añorar, sentir, vivir y saborear una calidad de vida mejor.

Hay un sinfín de detalles que hacen de un ser humano sicológicamente saludable pero definitivamente necesitamos inculcarles más autoestima a nuestros hijos, así podremos lograr insertar en la sociedad fututos adultos productivos.