Necesaria la creación del policía de la comunidad

 

Mientras el gobierno ya no sabe a que mecanismos recurrir para enfrentar la ola de asesinatos que sigue afectando a Puerto Rico, ahora surge la idea de establecer en todos los barrios y urbanizaciones de la isla la llamada «policía de la comunidad». Si lo miramos desde un punto de vista objetivo, no hay problema alguno con buscar nuevas alternativas para ver  si algo sirve para que no siga aumentando la cifra de muertes violentas en los cuatro puntos cardinales de la otrora «isla del encanto».

El concepto del policía de la comunidad está vigente hace muchos años en el estado de la Florida, donde agentes adscritos a los diferentes condados tienen la responsabilidad de mantener cotrol en sus respectivos vecindarios. Para ello, el estado  les otorga un incentivo económico aparte del salario regular y se le permite mantener el auto-patrulla a sus disposición las 24 horas.

Además, el policía de la comunidad puede requerirle identificación a cualquier extraño que sorprenda en su vecindario y recibe la cooperación de todos los residentes que lo mantienen al tanto de quienes son las personas bienvenidas al sector. Por otro lado, el funcionario mantiene al día los números telefónicos de todos los vecinos y en caso de emergencia él está preparado para acudir de inmediato a un llamado al 9-1-1.

A diferencia de nuestra isla donde los policías alegan que ellos no intervienen en sus vecindarios para no buscarse problemas con nadie, el caso policía de la comunidad es un amigo protector respetado y considerado por toda la gente. Si bien la ubicación de agentes en todas la comunidades no va a solucionar el grave problema de la criminalidad en Puerto Rico, se trata de un método novedoso que vale la pena experimentar. Un crimen o mil asesinatos no tienen razón de ocurrir en un país donde nos jactamos de ser tolerantes y civilizados. Unión de  pueblo y   Policía sería la combinación adecuada para detener este río de sangre.