Ahora más que nunca, no los dejemos solos

disidentesAhora los catalogan de «disidentes» y hasta se les amenaza con sanciones que pudieran desembocar en la expulsión del partido político al cual han estado sirviendo desde hace muchas décadas con honestidad, dedicación y respeto hacia el pueblo que depositó su confianza en ellos. Honestamente, los legisladores populares Luisa (Piti) Gándara, Luis Vega Ramos, Carlos Vargas Ferrer, Angel Matos, Manuel Natal y Luis Raúl Torres, no merecen que algunos de sus correligionarios del Partido Popular Democrático, le dispensen el trato desigual e injusto a que están siendo sometidos.

Jamás llegamos a pensar que tener criterio propio se haya convertido en un «pecado capital» dentro de un sistema político que se jacta de ser vitrina democrática en el mundo.  Mas allá de eso, la «partidocracia» que domina en nuestra isla desde hace muchos años, no puede estar por encima de la voluntad de la mayoría del pueblo. Pueblo que acudió a todos los foros para expresarse en contra de la aprobación del controvertible proyecto del Impuesto al Valor Agregado o el IVA.

De otra parte, los seis miembros de la Cámara que se unieron al reclamo de la ciudadanía, solo cumplieron con la responsabilidad ministerial de escuchar las voces de sus representados. A ninguno de estos respetados legisladores del PPD, se le puede sancionar  por actos de corrupción, traición a la patria o haber incurrido en conducta impropia o inmoral. A los seis se les intenta castigar por honrar su compromiso de obrar con justicia y  respeto hacia los electores que aún confían en ellos.

No es justo que ante el cumplimiento del deber se les margine y maltrate sin el menor asomo de consideración. Llegó  el momento de acudir al respaldo de estos legisladores que honran con sus ejecutorias a la Cámara de Representantes.  Por Puerto Rico y la Democracia… No los dejemos solos.

Comments

  1. El hecho que seis legisladores hayan votado por lo que creían más justo en vez de seguir ciegamente los dictámenes de su partido es admirable y señal de una madurez política que es totalmente extraña e inusual en Puerto Rico.
    Esto me dá esperanzas de que en el futuro se empiece a votar por la persona y lo que sostiene y no por un partido político.
    Creo que esos seis legisladores, lejos de ser traidores, son un ejemplo de lo que debe ser la política en este país si queremos salir del ciclo en que estamos.

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