Ante el anunciado cierre de unas 200 tiendas Sears y K-Mart en el territorio continental de los Estados Unidos, empleados de esos comercios en la región oeste de Puerto Rico, mostraron preocupación el martes de perder sus puestos de trabajo. Hasta el momento no se ha emitido la lista de establecimientos que pudieran cerrar sus puertas próximamente, pero según trascendió, la clausura afectará a las operaciones menos rentables. Sears y K-Mart, esperan reducir sus gastos en unos $300 millones, pero no significa el cierre definitivo de ambas compañías.
La decisión corporativa no tomó por sorpresa a influyentes sectores de la economía norteamericana quienes admiten que la crisis financiera mundial todavía no presenta señales de mejoramiento. Por décadas, Sears ha sido siempre una de las compañías mejor administradas de los Estados Unidos y la reducción de la plantilla laboral es una de sus últimas alternativas.
En tiempos de bonanza, un negocio de baja productividad podía ser sostenido por otro de mayores ventas, pero es ya no puede ocurrir a nivel de la economía mundial. Tanto Sears como K-Mart, son tiendas tradicionales en la isla e importante fuente de trabajo para miles de puertorriqueños. El posible cierre de algunos comercios locales, perjudicará a cientos de familias de este litoral.
