Editorial: Es un acto criminal que no puede quedar impune

illegal fireworks (2)Aunque las autoridades pertinentes alegan tener las manos atadas tras la legalización de algunos tipos de pirotecnia que en el pasado eran considerados ilegales, esto no puede ser excusa para que las agencias de orden público toleren la utilización de los llamados cuartos de dinamita y otros objetos que revisten peligrosidad. No puede haber tolerancia con los individuos que aprovechan esta época del año para cometer actos de vandalismo que violentan los derechos de la ciudadanía.

Lanzar objetos explosivos o incendiarios contra residencias, poniendo en riesgo la vida de sus moradores no es un chiste ni un entretenimiento navideño. Desafortunadamente, hay lugares en Puerto Rico que se han convertido en tierra de nadie.  Aprovechando que la Policía no cuenta con el personal ni los vehículos necesarios para llevar a cabo el patrullaje preventivo, algunos antisociales han tomado control de las calles.  Si a eso le sumamos el temor que invade al país por el problema de los disparos al aire durante la despedida del año, estamos ante una situación de «sálvese quien pueda».

Para muestra un botón. El uso abusivo e indiscriminado de la pirotecnia peligrosa por parte de sujetos irresponsables está provocando serio daño físico y emocional a ciudadanos de mayor edad, personas discapacitadas y niños, a los que el Estado debe garantizarles los derechos. Incluso, no podemos olvidar a nuestras mascotas se ven afectadas por la continuidad de las detonaciones de petardos y otros artefactos.

Hoy los diferentes medios de comunicación, incluyendo a LA CALLE Digital, informan sobre el grave incidente reportado el domingo en el residencial público Las Palomas de Coamo y donde se alega que un sujeto detonó un artefacto de pirotecnia que puso en riesgo la vida de una joven madre y de sus tres hijos entre las edades de dos a 8 años.

Aunque el objeto fue detonado en la calle, el mismo entró  por una ventana del apartamento ocupado por la señora Yahaira Santiago López y sus niños. Providencialmente ninguno de los afectados resultó herido, aunque el artefacto originó un incendio que destruyó una cuna de bebé. Bomberos estatales acudieron al lugar y evitaron que el  siniestro redujera a cenizas el apartamento localizado en el residencial Las Palomas. La parte perjudicada reportó pérdidas por unos mil 800 dólares. Y eso… Todavía no hemos llegado a la noche en que se despide el año 2014.

QUE DIOS NOS COJA CONFESADOS.