Por: Prof. Martín Candelaria, fundador del proyecto educativo Business to Business Puerto Rico
El 2020 es un año que suena interesante y que comenzó de una manera peculiar. El comienzo fuerte en términos de eventos naturales y opiniones diversas, le dan un ingrediente particular a este año que indudablemente tendrá un sabor único. La historia nos dice que, en los comienzos difíciles y complicados, se crea un excedente de oportunidades y retos en el trayecto. Yo suelo pecar de optimista y es por ello, la necesidad de escribirles al respecto.
Todos los comerciantes de alguna u otra forma hemos experimentado mermas considerables en nuestros ingresos. El que más o el que menos va desde la reducción en sus ventas, hasta dificultad en sus cuentas por cobrar. Máxime en la industria de servicios y/o de productos que no son de primera necesidad. Ante las situaciones de emergencia, el público suele estar más cauteloso a la hora de adquirir un bien o un servicio. A fin de cuentas, sean huracanes, terremotos, la falta de energía o la asistencia a damnificados, éstos provocan consecuencias en la actividad comercial.
¿Qué hacer en esos casos?
Primero, establecer un plan de trabajo para situaciones de emergencia que nos permita generar ingresos residuales y no necesariamente por nuestra actividad primaria. Por ejemplo, nuestra agencia de servicios de mercadeo y producción ha tenido que posponer proyectos y dilatar gestiones de cobro. Sin embargo, hemos buscado fuentes de ingresos alternas por concepto de creación de proyectos nuevos o no cotidianos para la temporada como lo son las educaciones continuas o conferencias.
Segundo, en los momentos en el año que la “piña está dulce” es necesario establecer un plan de ahorro o emergency working capital, del cual no dispongamos todo el tiempo salvo en una situación de emergencia. De manera que podamos cubrir costos operacionales y nominales para mantener la operación dentro de lo más parecido a la normalidad. Aunque no siempre eso suele ser así. Pues en eventos difíciles se no trastocan los ahorros. Esta última medida no es fácil. Ya que en nuestra circunstancia nuestro modelo de negocios en el país sugiere que la ganancia neta es menor al 50 por ciento en la mayoría de los casos. En muchos países, el costo energético y la permisología no son tan costosos como aquí. Por eso, de nosotros depende estirar el peso de la forma más eficiente. Por supuesto sin que se rompa.
Así que hermana y hermano comerciante: planifica para que tus prácticas de venta y mercadeo tengan el mejor rendimiento posible. Mientras conservas tu fuente primaria no tengas temor en explorar otras áreas de negocios para complementar (adicional) las fuentes de ingreso. El manejo del tiempo es clave en esta movida. Porque no se supone que desvistas un santo, para vestir otro.
Importante: Ahorra.
Sé que no somos una cultura de ahorro. Pero también limitando gastos excesivos e irrelevantes también contribuimos a la causa. Evita la necesidad de comprar compulsivamente. Si no tienes necesidad, evita las visitas constantes a las tiendas. Y si lo vas a hacer, dale prioridad al de aquí. Recuerda que, en un año de retos, hay una cuantía de oportunidades que sólo los más astutos capitalizan.
Por último y no menos importante, procura involucrarte en una actividad comunitaria. El servicio comunitario nos da unas satisfacciones intangibles tan brutales que nos proveen motivación extra necesaria en estos tiempos. No tan sólo para ser buenos comerciantes, sino también buenas personas. Que este nuevo año te marche maravillosamente bien son los deseos del equipo de B2BPR.