¿Y ahora qué?

Y Ahora Que?

¿Y ahora qué?

Por Juan A. Mercado

Trabajador Social Escolar

Luego de lo ocurrido a dos profesionales que trabajan con el bienestar de la gente una médico y un trabajador social y más allá de lo que determinen los colegios a los que ellos pertenecen, todos tenemos que reflexionar seriamente en donde nosotros estamos ubicados como pueblo.

Lo ocurrido ya ha tiene múltiples veredictos y opiniones, por otro lado tenemos una realidad en donde la mezcla de muchas cosas traen consigo acciones que luego de realizadas nos arrepentimos.

Tanto nuestro cuerpo, mente, ambiente exterior y las situaciones que manejamos a diario pueden nublar cualquier decisión o juicio de lo que debe ser correcto o adecuado.

Esto que describo lo hago para que ustedes los lectores conozcan como nosotros podemos ser afectados con tantas situaciones que pueden limitar nuestro juicio.

En la película del Capitán Phillips, el pirata somalí era pirata por su necesidad de salir de la pobreza o al menos vivir mejor. Por lo tanto, cada vez que las condiciones de trabajo afectan a quienes te brindan el servicio pueden ser presa fácil a manejar situaciones indebidamente.

Ustedes, la ciudadanía deben ver los servicios como un todo desde lo que se ofrece, quien lo ofrece, el personal que trabaja con el servicio, en fin las posibilidades son ilimitadas.

En Puerto Rico lleva cargando a que pide servicios y a quienes los trabajan por muchos años y la cada vez hay menos luz al final del túnel.

Todos estamos expuestos a tomar malas decisiones y juicios indebidos desde el que apunta con una pistola para intimidar o matar hasta el que brinda consejos sin mala intención a equivocarse.

Por lo cual, la tolerancia y el respeto son las únicas armas posibles para que todos seamos capaces de vivir mejor entre nosotros y nos tratemos mejor.

Si la tolerancia no regresa y el respeto a los demás no es practicado masivamente los retos, las luchas diarias, los deberes, los compromisos que cada uno de nosotros tiene pueden ser más difíciles para lograrlos.

Esto va más allá de ser buen vecino o buena persona, esto puede impactar a nuestro pueblo en hacerlo madurar y crecer con raíces de nueva vida o como decía aquel ilustre político un nuevo comienzo que tendrá como meta buscar el ser un nuevo ser humano que haga revivir el alma de los que queremos es esta bendita tierra.