REDACCIÓN: Un vídeo publicado en las redes sociales en el que aparece el reguetonero Austin Agustín Santos, conocido en el ambiente musical como “Arcangel”, “refrescándose” sentado frente a una boca de incendios abierta desperdiciando miles de galones de agua potable, mientras disfrutaba de lo que aparentaba ser una cerveza, levanta la discusión sobre el mal uso de los hidrantes en Puerto Rico y el mal ejemplo que esta acción representa para los seguidores de estas figuras públicas.
El vídeo fue originalmente publicado por el reguetonero el domingo en su cuenta de Instagram, que al momento de la publicación de la nota había sido visto por 1.7 millones de personas y había generado más de 7,300 comentarios.
Aparte de eso, terminado el contenido de lo que estaba tomando, Santos tira la botella vacía a la cuneta para que sea arrastrada por la corriente del agua desperdiciada.
A pesar de que no queda claro si la acción ocurrió en Puerto Rico, lo que sí es indiscutible que de haber ocurrido en la Isla, pudiera ser constitutiva de delito y, por consiguiente, castigable con multa y/o cárcel.
De la página oficial de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) se desprende que “el uso indebido de los hidrantes para otros propósitos que no sean emergencias, extinción de incendio o que cuenten con la autorización previa de la Autoridad viola el Código sobre Tomas o Descargas Clandestinas, Hurto de Agua, Manipulación de Contadores y Otros Accesorios Propiedad de la AAA”.
La reglamentación establece que la persona responsable de dichos actos será sancionada por:
- El costo de todos los daños causados al sistema.
- Una multa de hasta $3,000 por cada infracción.
- La posibilidad de ser acusado de delito grave, apropiación ilegal agravada y penas de seis meses a tres años de cárcel.
La consecuencia de abrir indiscriminadamente los hidrantes y bocas de incendio es, entre otras cosas, que deja al Negociado de Bomberos desprovisto de un sistema para combatir incendios, poniendo en peligro vidas y propiedades. También altera la continuidad del servicio de agua en el sector.
“El abrir y cerrar provoca cambios drásticos en presiones que rompen la tubería e interrumpen el servicio de agua. Si hay averías, retrasa la recuperación del servicio de agua. Varios hidrantes abiertos a la vez bajan de forma drástica los abastos, lo cual puede provocar un colapso total y dejar sin servicio un área geográfica”, advierte la AAA.
