Por Marimer Lanza González-Rodiles
Hoy amanecimos con dos noticias horribles, dos mujeres asesinadas por sus parejas, una de 30 años de casada, y la otra con 10 meses de relación.
He leído varios comentarios de que ellas algo tuvieron que haber hecho para provocar este desenlace tan horrible.
Entonces yo debo entender que, según ese tipo de comentarios, pues justifica que las mujeres maten a los hombres de igual manera por todo lo que le hacen a las mujeres. Bueno sería así si lo vamos a medir con la misma vara.
¿Cuándo?? ¡Cuándo van a entender que nadie es propietario de nadie!
¡Cuando van a entender que, si ya no hay amor, que, si ya no funciona, que sea por la razón que sea, deben respetar la decisión y ya!
Existen personas que están obsesionados con sus exparejas, aunque tengan amantes o nuevas parejas.
Hay personas que se mudan cerca para seguir velando a sus ex, se meten en el trabajo para velarlas o intimidarlas.
Mandan a personas cercanas a velarlas, a escribirle en sus redes sociales y hasta enviarles mensajes de texto.
Y hasta sus nuevas parejas y amigas se prestan para ese juego.
Las víctimas de maltrato que logran salir de ese patrón viven bajo un miedo constante. Tienen que estar con cuatro ojos para poder estar relativamente tranquilas.
¡Y les digo esto porque sé lo que es y porque lo vivo a diario!
Si a mí o alguien de los míos le pasa algo, a mis personas más cercanas, les he dado toda la información necesaria para buscar a la o las personas que hayan tenido que ver con lo que pase. Nombres, fotos, direcciones, teléfonos y tablillas.
A mis “amistades” que son los “lleva y trae”, a los que les ríen las gracias, espero que se hayan dado cuenta que sé quiénes son cada uno de ustedes. Y se han podido dar cuenta que de todos me he alejado.
Espero que nunca me pase nada a mí, ni a los míos, porque ustedes, si les queda algo de conciencia, le va a pesar mucho hasta el último día de vida que les quede.
¡Ni una menos!