Puertorriqueños en Singapur se viven la tradición navideña haciendo pasteles (Fotos)

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Por: Julio Víctor Ramírez, hijo

SINGAPORE: El puertorriqueño es una cosa seria… La “mancha de plátano” se lleva, no importa el rincón del mundo en que esté. Y ese es el caso de la comunidad puertorriqueña residente en este país del sureste asiático.

Como parte de la tradición navideña este divertido grupo, que celebra “hasta los bautismos de muñecas”, se reunió el viernes (para ellos allá ya era sábado, debido a las 12 horas de diferencia) para preparar pasteles, coquito, quesitos y pastelillos.

Con sus delantales que destacaban nuestra monoestrellada, guayaron guineos y prepararon los pasteles al son de música navideña.

“Quien coordina esta pastelada todos los años es Conchita Font. Ella lleva más de 25 años viviendo acá y haciendo la pastelada, más de 15 años. Es un trabajo en equipo y ella nos dirige. Cuando empezamos, éramos solo seis, y hoy participamos 24”, comentó Helen Rosario, una puertorriqueña que ocupa un alto cargo en una importante industria que opera en esa región del mundo y vive allí junto a su familia.

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Pero la comunidad puertorriqueña en Singapur la componen alrededor de 30 familias. “No somos muchos, pero somos revoltosos”, dijo Rosario.

Del evento, salieron casi 370 pasteles. Algunos se los disfrutaron allí mismo, llevaron para sus casas y los otros los guardaron para su fiesta de Navidad, que celebrarán el próximo sábado, 8 de diciembre. “Hicimos más de 360 pasteles en dos horas ‘plus’. Pero Conchi hizo el ‘pre-work’ con la ayuda de Rosie, Mario y Vanessa”, añadió.

“La tradicional fiesta de Navidad va con parranda y todo. Habrá arroz con gandules, pernil, ensalada de coditos y de papa, tembleque y arroz con dulce. Esta vez no tendremos morcillas, porque en el local no nos lo permiten”, comentó entusiasmada.

La pequeña comunidad puertorriqueña en Singapur es diversa. “De las chicas, hay de todo. Hay como yo, trabajando en compañías de ingeniería; y dando clases como maestras. Hay una de las chicas que es principal de primaria en una de las escuelas internacionales. Y hay otras que son amas de casa. Es un grupo bien diverso y lindo. Ah, y tenemos dos que se mudaron a Malasia, pero cada vez que pueden vienen a Singapore. Estando tan lejos, nos convertimos en familia”, explicó Rosario.