Antes si, pero ahora no… Puerto Rico fue bueno para recogerle «chavos» al congresista Raúl Labrador

Anuncio para actividad de recaudación de fondos para el congresista Raúl Labrador en el 2010 (Archivo).

Anuncio para actividad de recaudación de fondos para el congresista Raúl Labrador en el 2010 (Archivo).

Por Julio Víctor Ramírez, hijo

Mientras el congresista republicano electo por Idaho, Raúl Labrador, le dijo a la publicación «Daily Signal» que “no vino al Congreso a resolver los problemas de Puerto Rico, vine a resolver los problemas de Estados Unidos», éste parece que olvidó que Puerto Rico fue uno de los lugares a donde vino a recoger dinero para financiar su candidatura, previo a su elección en 2011.

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LA CALLE Digital encontró una invitación para una actividad de recaudación de fondos para la campaña de Labrador, encabezada por el exgobernador Luis Fortuño y parte del liderato del Partido Republicano en Puerto Rico, que se efectuó el jueves, 30 de septiembre de 2010, en la Torre Excelsior, localizada en la avenida Ponce de León en Miramar.

En esa ocasión, Fortuño, junto a Zoraida Fonalledas, Gloria Escudero, José Fuentes, Eric Labrador (hermano del entonces candidato), Jorge San Miguel, John Regis y Mayra Ramírez de Arellano, figuraban como anfitriones en la actividad, en la que se cobraron $500 por persona, y en el caso de los Comités de Acción Política (PAC, por sus siglas en inglés), el cargo era de $2 mil por cada uno.

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El 23 de septiembre de 2010, la publicación cibernética “The Spokesman-Review” dijo que los fondos que se iban a recaudar en esa actividad se usarían en la campaña de Labrador contra del entonces congresista demócrata, Walt Minnick.

Las expresiones atribuidas a Labrador fueron criticadas severamente, ya que a pesar de que su responsabilidad primaria es con sus constituyentes del “Distrito 1” de Idaho, otros congresistas de origen puertorriqueño como José Serrano (D-Nueva York), Nydia Velázquez (D-Nueva York) y Luis Gutiérrez (D-Illinois), tienen también responsabilidades con los votantes de sus respectivos distritos, están pendientes de los asuntos de la Isla.

Columna: La verdadera historia de Oscar López Rivera

Oscar López Rivera (Fotocomposición).

Oscar López Rivera (Fotocomposición).

Por: Lcdo. Alfredo Ocasio

Desde hace varios años, medios de comunicación y personeros del separatismo llevan a cabo una campaña mediática, tipo “Paz para Vieques” para la liberación de un supuesto “preso político” llamado Oscar López Rivera. La campaña se basa en que esta persona fue hallada culpable por asociación de sedición por su supuesta relación con las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN).

Ciertamente, esta campaña se basa en el supuesto de que los puertorriqueños tenemos memoria corta; no leemos ni tenemos la capacidad de hacer una investigación sobre las cosas. Dado a que los eventos criminales en que se vio involucrado el señor López, ocurrieron hace 40 años, es necesario refrescar la memoria de muchos, inclusive al actual presidente del PNP que endosa la liberación del señor López.

El señor López es presentado por el periódico El Nuevo Día como un abuelito tierno quien desde la cárcel le escribe cartitas a su nietecita y que está preso solo por ser independentista ya que nunca estuvo involucrado en ningún hecho de sangre ni le causó daño a nadie. Tal afirmación es totalmente falsa.aquaviva semana 15 - 19 de julio 2015

En el 1999, la administración Clinton, buscando congraciarse con el congresista Luis Gutiérrez de Chicago (la FALN estaba basada en Chicago), le ofreció al señor López clemencia ejecutiva, la cual el señor López rechazó, urdiendo la mentira, que ahora se repite en esta campaña, como justificación para el ofrecimiento.

Debido al cambio de la administración Clinton sobre la política contra el terrorismo (lo que eventualmente llevó a los hechos del 11 de septiembre de 2001), la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos realizó una investigación y a continuación les doy un resumen de los hallazgos contenidos en el informe 106-488, de fecha 10 de diciembre de 1999, la cual desmintió totalmente a la administración Clinton.

La FALN, era un grupo terrorista del cual el señor Oscar López Rivera era uno de sus líderes principales. El señor López fue convicto, luego de celebrársele un juicio, de delitos que envolvían hechos de sangre que provocaron daño físico a personas. Cumple con una condena de sobre 70 años de prisión por los delitos cometidos. El señor López fabricó bombas, fue parte principal de una organización terrorista dirigida al derrocamiento del gobierno de los Estados Unidos y los crímenes que cometió justifican su sentencia.

El informe concluye que Oscar López Rivera es una persona violenta; es un terrorista.

La razón por la cual el señor López rechazó la clemencia que le fuera ofrecida por el Presidente Clinton fue esta contenía como condición que el señor López renunciara a cometer actos de violencia en el futuro. El señor López se negó a cumplir con dicha condición.

Además de los crímenes que cometió como miembro y líder del grupo terrorista FALN, el señor López urdió dos intentos de fuga de la cárcel federal donde se encontraba. En uno de dichos intentos, y de acuerdo al testimonio de testigos y grabaciones de sus propias declaraciones, el señor López pretendía, como parte de su plan, volar la cárcel en donde se encontraba utilizando los explosivos plásticos más poderosos conocidos militarmente, acribillar a balazos con armas automáticas a los guardias penales en las torres de vigilancia y lanzar granadas a aquellos guardias que lo persiguieran en su fuga.

Para acometer su plan, Oscar López Rivera conspiró para asesinar a varios confinados que amenazaron a su cómplice Richard Cobb; conspiró para asesinar al confinado George Lebosky después que sospechaba que éste pudiera delatarlo; y, conspiró para asesinar al traficante de armas Michael Neece con el propósito de obtener las armas que necesitaba para llevar a cabo su plan.

El señor López puso en ejecución un plan para obtener para su intento de escape lo siguiente: granadas de fragmentación, granadas de humo, granadas de fósforo, ocho rifles M-16, dos silenciadores, 50 libras de explosivos plásticos C-4, ocho chalecos anti-balas, 10 detonadores para usar con explosivos plásticos y 100 peines con 30 balas, cada uno, para uso con armas automáticas.

En su evaluación, el oficial probatorio de Oscar López Rivera concluyó que el remordimiento por los actos cometidos, la rehabilitación y la conducta positiva en él, era mínima o inexistente; que él ha demostrado un sostenido y consistente compromiso con el uso de la violencia y las armas; que está dispuesto a utilizar cualquier medio para obtener su libertad con el propósito de derrocar los principios del gobierno de los Estados Unidos; y que para el señor López Rivera la vida humana no tiene valor alguno con tal de lograr su propósito.

Oscar López Rivera era parte de la espina dorsal de una organización terrorista que asesinó a un número de personas, plantó sobre 130 bombas y es testigo de asesinatos que no se han esclarecido por su negativa a cooperar y ofrecer testimonio para sus esclarecimientos.

Oscar López Rivera, junto a la FALN, estuvo envuelto en 72 atentados terroristas con bombas, 40 ataques incendiarios, ocho tentativas de actos terroristas con bombas, 10 amenazas de bombas, cinco asesinatos, causó heridas a 83 personas y pérdidas a la propiedad de sobre $3 millones.

Oscar López Rivera estuvo directa y personalmente envuelto en estos ataques con bombas y ataques incendiarios desde temprano en la década de los ’70 del siglo pasado; era un reclutador de terroristas, entrenador en la fabricación y uso de bombas, sabotaje y otras técnicas de la guerra de guerrillas.

Estableció a través de la nación guaridas y fábricas de bombas en donde escondió cientos de libras de explosivos, detonadores, aparatos de detonación retardada, armas, municiones, silenciadores, escopetas recortadas, disfraces, documentos de identidad robados y alterados, al igual que dinero producto de robos, así como vehículos de motor hurtados.

Como vemos, el señor Oscar López Rivera no es ningún preso político. Es un criminal violento y desalmado. Es un terrorista de la misma calaña que los que perpetraron los eventos del 11 de septiembre de 2001 y el bombazo de Boston.

Decir que el señor López Rivera es culpable por asociación, como expone esa campaña mediática, es el equivalente a exculpar a Osama Bin Laden de responsabilidad por el asesinato de gente inocente porque él no estaba allí o no guiaba uno de los aviones que se estrellaron contra las Torres Gemelas.

Le pido a todo aquel amante de la paz y del reino de la ley y el orden que no respalden esa campaña mediática basada en la mentira y el engaño. Especialmente le pido al Comisionado Residente Pedro Pierluisi a que de inmediato retire su apoyo a la liberación de este criminal.

El Partido Nuevo Progresista (PNP), como institución, tiene que oponerse a esa campaña de falsedades y mentiras. Nadie que se respete a sí mismo en el PNP puede apoyar esa causa y me sorprende que ninguno de esos líderes haya hecho lo que yo hice: simplemente buscar la información y publicarla.

LA VERDAD NOS HARÁ LIBRES.

Nota: El licenciado Alfredo Ocasio es abogado y analista radial en la emisora Notiuno.

 

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