AAA propina otro «cantazo» a bolsillo del consumidor

Comparativa_Facturas_AAA-001

En agosto, el consumidor gastó 28.5 metros cúbicos de agua y su factura fue de $69.27. Un mes después el mismo consumidor gastó 24.5 metros cúbicos y su factura llegó de $97.34 para una diferencia de $28.07

MAYAGÜEZ:  Mientras los consumidores continúan haciendo malabares para evitar que se desplome la economía familiar, la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados se une a Energía Eléctrica, en la lista de corporaciones públicas que tienen al pueblo al borde del colapso económico y emocional. En esta ocasión la AAA cumple la amenaza de darle otro «cantazo» a sus abonados, duplicando la  tarifa sobre consumo de agua potable en la isla.

Una familia de clase media cuya factura mensual fluctuaba entre los $30 y $45 , deberá pagar ahora la friolera de $97.48 mensual.  De acuerdo a la observación efectuada por Revista La Calle, los cargos por alcantarillado subieron de $19.00 a $29.48 mensual. De la noche a la mañana aparece otro cargo especial de $ 1.74 y el llamado «CCAR», equivalente al odiado «ajuste por combustible» de la AEE.

Como dato curioso, las supuestas explicaciones que contiene la factura están redactadas en letra tan pequeña que se dificulta poder leerlas, particularmente, a los ciudadanos de mayor edad. La Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, corporación pública responsable del 60 por ciento de pérdida de agua potable en la isla, no descarta con seguir aplicando a los consumidores otros cargos no anunciados.

Mientras la AAA  se hace de la vista larga ante la ineficiencia, mala administración y derroche de fondos públicos en esa agencia, decenas de familias de clase media y pobre ya no tienen fuentes de ingresos para responder por este nuevo golpe al bolsillo de la ciudadanía. A eso súmele el aumento de precio en el hielo, el agua embotellada y los precios de productos en las tiendas, restaurantes y supermercados.

Energía Eléctrica continúa el abuso contra el Pueblo

HORMIGUEROS: Si es usted de los ciudadanos que tiemblan de pies a cabeza cuando el cartero le hace entrega del sobre conteniendo la factura de la Autoridad de Energía Eléctrica, créame que no lo culpo. A este periodista le está sucediendo igual, porque ya es insoportable el abuso que esa corporación pública mantiene contra la clase media de este país.

Precisamente, ayer jueves procedimos a pagar la factura correspondiente al mes de mayo 2012, por la cantidad de $460 con 66 centavos. Pero aguántese, nuestra tarifa básica por consumo de energía es de $75 con 91 centavos. A eso añádale $319.23 por » compra de combustible» y otros $65.52 por «compra de energía».

Que conste, si usted revisa su factura más reciente ya no aparece la frase «ajuste por combustible».  ¡ EUREKA!, de manera  ficticia el gobierno actual «eliminó» de un plumazo la odiada frase.

Pero tanto engaño no termina ahí, no obstante la rebaja en el precio del barril de petróleo en el mercado mundial, la AEE  le sigue facturando a sus clientes como si el combustible estuviese a $140 el barril.

En nuestro caso, la más reciente factura que cubre del 16 de junio  al 9 de julio de 2012, se elevó de $460 en mayo a  $506 en junio de 2012.  La misma se desglosa de manera siguiente: Tarifa básica $85.35, compra de combustible $355.79 y compra de energía $64.86

Sin lugar a dudas, esto constituye un «atraco» contra las clases media y pobre que no les sobra un centavo para otros gastos inaplazables. Nuestro llamado público al ingeniero José Ortíz, flamante presidente de la Junta de Directores de la AEE, para que le diga la verdad al pueblo.

Dígale, ingeniero Ortíz, que nosotros los consumidores de Puerto Rico, tendremos que cargar con el costo del fracaso que ha sido el Gasoducto y otros proyectos fatulos de esa corporación. Acepte que los bonistas tienen prioridad sobre los abonados de la Autoridad y admita que usted y sus amigos no van a renunciar a sus jugosos sueldos  en esa corporación pública, y menos, a favor del sufrido pueblo. Es un mamey, explotar al pobre consumidor, porque el gobierno sabe que no tenemos los recursos para enfrentar a los bufetes de la Milla de Oro.