Grave el impacto sobre los cuidadores “informales” de adultos mayores según estudio de la PUCPR

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MAYAGÜEZ: La Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (PUCPR) presentó un estudio comparativo entre Colombia, México y Puerto Rico, que revela el impacto sobre los cuidadores informales en los tres países y presenta un panorama de precariedad.

El estudio, que fue dado a conocer en el programa CON BASE Y FUNDAMENTO (WKJB 710) por la psicóloga clínica, doctora Jennifer M. Pérez Rivera, quien formó parte del equipo que realizó el estudio.

El trabajo investigativo indica que en las culturas hispanas el cuidado de los adultos mayores está a cargo de familiares, en su mayoría mujeres sin preparación formal en salud, que asumen la responsabilidad de la crianza de sus hijos, así como la del cuidado de uno o ambos padres. 

Este es el panorama que valida el estudio comparativo entre Colombia, México y Puerto Rico.

Según el director de la Escuela para Cuidadores de la PUCPR, el doctor Ángel Muñoz Alicea, los hallazgos son parte del estudio internacional comparativo Perfil del cuidador informal del adulto mayor: un estudio comparativo entre Puerto Rico, México y Colombia.

El estudio comparativo con los cuidadores informales de los tres países comenzó con la vinculación de la iniciativa de la Escuela de Cuidadores de La Católica que ofreció los módulos de formación básica para cuidadores informales de México y Colombia. La investigación dio seguimiento al estudio El perfil del cuidador informal del adulto mayor en Puerto Rico, publicado por la PUCPR en 2019.

El estudio contó con una amplia muestra de 1,177 participantes en los tres países y se realizó por alianzas entre la PUCPR con la Universidad Católica de Colombia, la Universidad Vasco de Quiroga y la Universidad del Valle de Atemajac de México, explicó el doctor Muñoz Alicea.

“A diferencia de la cultura general en los Estados Unidos, los latinos acostumbran a cuidar de los suyos en casa por el mayor tiempo posible. A esto se le conoce como la paradoja hispana del cuidado. Los latinos gastan menos dinero en el pago de un hogar, pero invierten más tiempo en las tareas relacionadas con el cuidado y sin recibir pago a cambio. La cultura de cuidado familiar en los latinos hace que se asuma la atención del adulto mayor por un tiempo más prolongado que los no latinos.  Esto supone una carga adicional para el familiar que asume esta responsabilidad que pudimos validar en este estudio comparativo”, afirmó Muñoz Alicea.

Agregó que en pacientes con condiciones crónicas se teoriza que el cuidado familiar suele ser un factor protector que retrasa el avance de ciertas condiciones. Explicó que la cultura o idiosincrasia de los puertorriqueños en cuanto al cuidado de los adultos mayores es latinoamericana, por lo que el estudio comparativo sobre el perfil del cuidador informal del adulto mayor se trabajó, en una primera fase, con población puertorriqueña, mexicana y colombiana.

“Además de crear un perfil claro del cuidador informal y los efectos en la salud física y emocional como resultado de asumir esta responsabilidad, el estudio valida que el 92.7 por ciento del total de los cuidadores participantes del estudio en los tres países son familia del adulto mayor y, en su mayoría, son hijas”, destacó Muñoz Alicea.

El director de la Escuela para Cuidadores de la PUCPR explicó que el estudio también valida que el envejecimiento de la población es un fenómeno global que implica grandes retos a otras generaciones.

“El propósito de esta investigación es describir el perfil sociodemográfico de una muestra de cuidadores informales de adultos mayores en países latinoamericanos para tener data contundente que ayude a crear políticas públicas globales de apoyo a los cuidadores”, apuntó.

Al momento, el estudio ya ha propiciado reuniones con diputados para hacer política pública en México y, en Puerto Rico, ha abierto la puerta para asesorar grupos de trabajo en la legislatura, compartió el académico. 

El doctor Muñoz Alicea reiteró la importancia de crear políticas de apoyo a los cuidadores informales porque cerca del 90 por ciento de los participantes del estudio, aun con estudios universitarios, no posee preparación formal en temas relacionados con la salud de los adultos mayores.

Otro dato revelador en los tres países fue el tiempo que llevan como cuidadores informales y el efecto que esto tiene en sus niveles de estrés y depresión. 

“El 59% de la muestra general lleva un periodo de cuatro años desde que está a cargo de la responsabilidad de tareas relacionadas con la atención y cuidado del adulto mayor. Dentro de algunos hallazgos que establecen diferencias entre los cuidadores de los tres países resalta que, en Puerto Rico, a diferencia de México y Colombia son más los cuidadores que trabajan en una jordana a tiempo completo (72.1%PR, 44.9%MX, 35.6%COL). Por otra parte, otra diferencia es que en Puerto Rico el 84% de los cuidadores tiene grados académicos completados, a diferencia de un 64% en México y un 39% en Colombia”, dijo.

El caso de Puerto Rico en particular

En Puerto Rico los hallazgos del estudio permiten analizar de forma profunda los cambios en la situación de los cuidadores familiares luego de la pandemia. Para esto se obtuvo una participación de cuidadores de los 78 municipios del país, informó el doctor Muñoz Alicea.

Destacó que, en comparación con el estudio publicado por la PUCPR en el 2019, realizado luego del huracán María, se encontró que la edad del cuidador bajó de 51 a 48 años; un aumento en féminas cuidadores de 77.3 por ciento a 84.4 por ciento; en el tiempo que llevan en la tarea de cuidar aumentó de 5 años a 7 años y con un número mayor de cuidadores con trabajos fuera del hogar.

“Esto implica que luego de la pandemia las mujeres que se encargan de la atención o cuidado de un adulto mayor son más jóvenes. Además, son madres con al menos un hijo que vive con ellas. Lo que muestra que tenemos una generación del ´sándwich´ que se encarga de sus hijos y adultos mayores. A eso se le añade que tienen un trabajo fuera del hogar con una jornada laboral a tiempo completo, siendo su salario el ingreso principal de su hogar”, aseveró.

 Ante el envejecimiento acelerado de la población, la situación de los cuidadores informales en la Isla podría tener un impacto muy pronto en la situación económica del país, explicó el académico. 

“El desgaste físico y emocional de estas féminas que cuidan de dos generaciones podría afectar su desempeño laboral. Al evaluar la sintomatología que presentan de sobrecarga, ansiedad y depresión, estas mujeres podrían verse forzadas a abandonar sus empleos o a ser despedidas, lo cual resultaría una amenaza al ingreso económico familiar. Esto podría agudizar escenarios de precariedad, tanto en los cuidadores como en los adultos mayores”, finalizó el doctor Muñoz.

Radican Carta de Derechos de los cuidadores informales

REDACCIÓN: En Puerto Rico existe una red compuesta por 440 mil cuidadores informales que se dedican a cuidar familiares, amigos y vecinos que tienen necesidades especiales, incluyendo la alimentación, la higiene básica, asuntos financieros, transportación y manejo de medicamentos, sin estar amparados por las leyes del Estado.

Ante esta situación, el joven estudiante Jonathan Pitre se dio a la tarea de redactar el Proyecto de la Cámara 1108, como parte de su internado en la Cámara de Representantes de Puerto Rico.

“El cuidado informal ha sido un rol históricamente invisibilizado desde la política pública. Este proyecto es un primer paso para comenzar a reconocer, validar y proteger el trabajo y sacrificio que realizan los miles de familias puertorriqueñas por sus seres amados. Teniendo en cuenta la crisis demográfica inminente y el asunto de salud pública que representa el cuidado informal, este proyecto nos prepara para el futuro al reconocer la figura del cuidador como pilar de nuestros sistemas de salud”, expresó Pitre, quien recientemente comenzó estudios conducentes a un grado doctoral en psicología clínica de la Universidad de Puerto Rico.

El proyecto de ley, que lleva las firmas de los representantes José Bernardo Márquez (MVC), Lisie Burgos Muñiz (PD) y Mariana Nogales Molinelli (MVC), establece la Carta de Derechos de los Cuidadores Informales, a la vez que otorga al Estado la obligación de promover, defender y apoyar el rol del cuidador informal como parte integral del sistema de salud en Puerto Rico, entre otras disposiciones.

“Aunque la aportación que realizan los cuidadores informales se estima en miles de millones dólares, lo cierto es que, en términos sociales, estos ciudadanos aportan mucho más en cuanto su contribución a nuestra sociedad. Son un pilar para miles de núcleos familiares y deben ser apoyados por el gobierno desde un enfoque de salud pública”, expresó por su parte el representante José Bernardo Márquez, quien fungió como supervisor de Jonathan Pitre, durante un internado legislativo llevado a cabo en la oficina del legislador.

Como parte de su compromiso de brindar oportunidades para la juventud, el representante José Bernardo Márquez llevó a cabo un programa de internado legislativo en su oficina en el cual participaron seis estudiantes universitarios.

Cada uno elaboró un proyecto de ley con el objetivo de ser radicado por Márquez y otros representantes mediante el trámite legislativo de “proyectos por petición”. Tal fue el caso de Jonathan Pitre, quien supo sacar provecho de su experiencia y elaboró la medida enfocada en su tema de interés como también egresado del programa de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico.

“La experiencia del internado me sirvió para enriquecerme profesionalmente y desarrollar múltiples destrezas relacionadas a la política pública. Estoy sumamente agradecido con que se pudo radicar el proyecto y solamente espero que los próximos pasos de discusión pública sirvan para nutrir y fortalecer el mismo a los fines de que pueda beneficiar de la mejor forma posible a la comunidad de cuidadores informales”, expresó el joven estudiante.