MAYAGÜEZ: El Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico (RUM) amaneció el martes sin un rector y ni siquiera nadie que ocupara el cargo de forma interina, tras la destitución del doctor John Fernández Van Cleve, como parte de la “purga” de rectores que llevó a cabo el martes el presidente interino de la Universidad de Puerto Rico, el doctor Darrel Hillman Barrera.
“Esto es caos total hoy… No hay rector, la silla está vacante y no la llenaron después que despidieron al doctor Fernández Van Cleve”, dijo una empleada adscrita a la Rectoría del RUM poco después de llegar a rendir sus labores del día.
Mientras tanto, los grupos docentes DeMoS, del Recinto Universitario de Cayey; y PROTESTAmos, del Recinto Universitario de Mayagüez; así como la Asociación de Profesores y Profesoras del Recinto Universitario de Mayagüez (APRUM); rechazaron la decisión del presidente interino Hillman Barrera, de “destituir a sus respectivos rectores quienes ejercían su cargo en propiedad y fueron recomendados luego de procesos de consulta y de evaluación por la comunidad universitaria”.
“Otra vez se impone el uso y la costumbre de usar a la UPR como botín de guerra politiquero. Es insólito que un presidente interino –que apenas lleva una semana en el puesto y que no ha pasado por un proceso de consulta– destituya, de un día para otro, a rectores que fueron nombrados en propiedad, sin que medie un proceso de evaluación del incumbente, ni de transición. No es sorpresa lo que producen estas acciones desatinadas, pero la persistencia indigna porque pueden hacerlo mejor cada vez y escogen hacerlo peor”, expresó la profesora Lissette Rolón Collazo, de PROTESTAmos.
En un comunicado escrito se indicó que los cambios se dan en momentos en que ocho de los 11 recintos de la UPR permanecen en probatoria por la Middle States Commission on Higher Education y no han logrado concretar la reinstalación de fondos bajo el Título IV de la Ley federal de Educación Superior. Representantes de ambos colectivos entienden que la decisión desacertada violenta el estatuto de no intervención política en la educación esbozado por la Middle States Commission on Higher Education.
“En Cayey ni siquiera sabemos quién asumirá la rectoría de manera interina. Tampoco entendemos por qué se destituye a un rector que ha contado con el respaldo de la comunidad universitaria y del senado académico. Estos cambios drásticos en la alta jerarquía de la UPR no solo representan un problema de continuidad para la acreditación e iniciativas académicas en curso, sino que demuestran un profundo desdén por el criterio de mérito que es fundamental para el desarrollo de las instituciones de educación superior. Aquí se está reemplazando un candidato que fue evaluado y recomendado por la comunidad universitaria en sus méritos para ejercer el puesto por otra persona que ni siquiera sabemos quién será, solamente porque el extitular no es militante en el partido de turno”, expresó la investigadora Isar P. Godreau, del grupo DeMos.
En el caso del doctor Fernández Van Cleve, éste mantenía buena comunicación con profesores, empleados no docentes y estudiantes, al extremo de que había sido bautizado como “el rector de los estudiantes”.
Portavoces de los grupos docentes de ambas unidades reiteraron que las destituciones del presidente interino Hillman no se justifican y solo abonan a la politización que, según dijeron “tanto daño le ha hecho a la institución”.