[COLUMNA] El cadáver rubio y la prensa morbosa

Por: Sandra Rodríguez-Cotto, periodista

“Es lindo que esté la gente aquí esperando el cadáver”, dijo una reportera en la televisión. Momentos antes otra decía: “No podemos identificar, pero es un cadáver de una mujer con pelo rubio”. Y otra reportera, en el otro canal, se quejaba que el hermano de la mujer desaparecida, Keishla Rodríguez Ortiz, estaba “hostil” con la prensa que venía cubriendo el evento desde que la joven desapareció.

Fue como ver un reality show de los telediarios. Es una escena que cada vez se repite más. Es una manera de generar las audiencias, con noticias que se siguen estirando y estirando para poder tener el contenido que no producen de otras maneras. Hay gente que se siente dolida en las audiencias porque lo identificaron como brutalidad noticiosa. Fue la falta de sensatez por el dolor ajeno y colectivo, la empatía muchas veces disfrazada y el deseo del rating que sólo da el éxtasis que produce el rating.

Que si no aparece una mujer. Que si era pareja de un boxeador casado. Que si hubo confidencias. Que si encontraron un cadáver en la laguna. Que si llegó la policía. Que si no se podía llegar al área. Que si tenían el acceso. Que si venía o no un fiscal en la lancha. Que si había que esperar. Que si los padres llegaron a ver si era la hija. Que si no los dejarían pasar. Que si recogieron el cadáver. Que si lo montaron en una lancha. Que si pusieron el cadáver en un vehículo que iba a Ciencias Forenses. Que si las letras el vehículo eran verdes. Era una guagua Ford. La cobertura parecía como si estuvieran reportando una carrera de caballos. Para eso, mejor era ver el Kentucky Derby, que fue hoy.

Y así, minuto a minuto, como si estiraran el chicle, se olvidaron del dolor ajeno y del dolor colectivo. Atrás quedó la ética y la dignidad de las víctimas. ¿Qué pasó en los medios? ¿Era acaso que no tenían otro contenido y había que estirar el chicle?

Usaron esta tragedia para opacar totalmente la lucha de los trabajadores del país. Hoy era la protesta contra Luma, pero lo escondieron. Parecía una complicidad de las empresas mediáticas y las mismas voces para estirar un asunto doloroso, pero morboso, como un chisme y esa fórmula funciona. Por eso hay tantos programas así.  De paso, como es lo único que hay, piensan que van durmiendo y embruteciendo a las audiencias. Pero el público está claro. Quieren ver la noticia, no el exceso. No es que no se cubra, es que no hay balance.

Al que se queje, y critique el exceso de cobertura morbosa, rápido lo mandan a lo que en la prensa escrita catalogarían como “La página de Cheo”. Como si no se supiera distinguir lo que es noticia de lo que es estirar un chicle sin importar las implicaciones colectivas en un pueblo que está dolido. Pero más que nada, hay que estar claro que esto se hizo con intención. Inicialmente fue para intentar dar con el paradero de la joven, pero después se sabía que era para rating y clics.

Fue el jueves en la mañana cuando empieza a trascender la información. Los familiares de la víctima denunciaron públicamente y una hermana habló en un desgarrador vídeo en Facebook. La procuradora de las Mujeres, Lersy Boria, aseguró a la Prensa que activó una “Alerta Rosa” desde el mismo jueves en la mañana y que se comunicó con la Policía y con el 9-1-1 para informar de la desaparición de la joven.

Cuando empezó la pandemia, todas las noches sonaba la chicharra de Wanda Vázquez, aquella ruidosa alarma en todos los teléfonos celulares del país. Ahora con Keishla, no hubo ni un “push notification”. Tampoco se activó el sistema AES en los medios electrónicos, pero sí todos los medios comenzaron desde el mismo jueves a cubrir la noticia. El viernes fue el tema central y en la televisión, se cubría casi el minuto a minuto. Las empresas de billboards pusieron la imagen de Keishla y la noticia era la principal en los demás canales, los programas de chismes y entretenimiento, los medios digitales, la radio, y el mar de especulaciones en las redes sociales.

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La madre de Keishla rápido acusó al boxeador Félix Verdejo, luego él y su pareja acudieron a la policía, y se formó todo el bureo noticioso para tratar de buscar respuestas. Teorizaron, lo compararon al triángulo amoroso en el caso de Lydia Echevarría y dijeron de todo. Mientras tanto, miles de personas en todo Puerto Rico, seguían ansiosos por que Keishla no aparecía.

Hoy, sábado, la programación completa en los dos canales principales ha sido el caso de Keishla. La especulación se adueñó de los medios que seguían y seguían estirando el tema, aún sin noticia. Desplegaron todas las redacciones, más de tres o cuatro reporteros por medio, analistas políticos, abogados y funcionarios a especular, y hasta un helicóptero y tiros de cámara con drones, ayudaban en la cobertura, cuando apareció un cuerpo.

En el ínterin, se olvidaron de otros casos, que, aunque sí habían tenido algún titular, estaban en el olvido noticioso colectivo. No fueron portadas. Es algo irónico, cuando esta misma semana se informó que la violencia hacia las mujeres había aumentado con la pandemia. Pero prácticamente ignoraron el caso de Stephanie Montes (23), que perdió la vida el martes en un accidente en el que su esposo e hijo resultaron heridos en Dorado. También ignoraron el caso de Andrea Ruiz Costas (35), quien había pedido una orden de protección y se la denegaron, Su cuerpo apareció calcinado en Cayey y su expareja, Miguel Ocasio Santiago, confesó el crimen. La presidenta del Tribunal Supremo, Maite Oronoz designó comité para evaluar por qué una jueza desestimó la denuncia de Andrea.

Pero el enfoque fue la cobertura en la laguna, los tres turnos de policías, el helicóptero. En fin, el show. No cabe la menor duda de que lo que pasó con la mujer y el cadáver encontrado es noticia, pero el overkill es lo que está demás.

Es evidente que forma parte de la estrategia de control poblacional. Se llama desvío de temas. Algunos dicen que es una especie de máquina giratoria (spin machine) que se hace para que la gente se enfoque en otros asuntos.

Hoy es el día 1ro de mayo, Día Internacional de los Trabajadores. Es obvio que hoy la noticia tradicional sería las protestas por la privatización de la Autoridad de Energía Eléctrica, pero eso prácticamente lo barrieron debajo de la alfombra. Los canales de televisión y los medios principales fueron parte de ese operativo para controlar la narrativa y desviar la atención.

La Reforma Laboral, los nombramientos que la Asamblea Legislativa le tiene aguantados al gobernador Pedro Pierluisi, el seguimiento a los récords históricos de incautaciones de drogas y armas de esta semana por parte de las autoridades federales, la supuesta neutralidad de la Junta de Control Fiscal que por primera vez en cuatro años decidió no tocar el dinero de la Legislatura para dejar que se dé la elección de cabilderos PNP, los cierres de tiendas y el desempleo que traerán son sólo algunos de los temas que no cubrieron hoy. En el spin mediático eso no es prioridad ni le dedicaron un minuto a minuto.

Puerto Rico lleva demasiados años de desgracias económicas, políticas y de la naturaleza. La criminalidad, la violencia y el narcoestado en que vivimos, y que no quieren aceptar, nos arropa. Todo eso hay que reseñarlo, porque noticia es noticia.

Una mujer muerta o desaparecida es una tragedia nacional que hay que cubrir, pero la Prensa no puede ser parte del problema. La exageración, abona al desasosiego general, a la tristeza y al miedo colectivo. Ese miedo que paraliza, que nos encierra.

Somos esclavos de la noticia exagerada, colonia de los que controlan la narrativa mediática en este país en la que no hay respeto al dolor ajeno y el dolor colectivo.

No, no es lindo que esté la gente esperando el cadáver. Es una maldición decir eso. No se puede aplaudir ni permitir que se diga eso. De lo contrario, sería aplaudir la brutalidad que nos arropa.

Nota: La autora publica el blog “En Blanco y Negro con Sandra”, produce su programa radial diario; y a través de las redes sociales produce y modera el espacio “Con la bata puesta”, sábado y domingo a las 9:00 de la mañana.

Municipios con más peligro por el COVID-19

Por: Sandra Rodríguez Cotto

Vieques, Salinas, Guaynabo y Orocovis son los pueblos con los porcientos más altos de casos con el COVID-19 por cada 10,000 habitantes en todo Puerto Rico. Todo tiende a indicar que esto seguirá aumentando en la medida que los ciudadanos no se cuiden a partir de hoy, cuando reabren comercios y las actividades sociales.

De hecho, son 34 de los 78 municipios de Puerto Rico los que exceden el promedio hoy y pudieran ser considerados a tener más riesgos a que sigan aumentando la cantidad de personas contagiadas con la enfermedad para la que aún no hay cura ni una vacuna que la prevenga. Este es el resultado de un minucioso análisis de los datos que ofrece el Departamento de Salud de personas contagiadas y promedio de muertes, calculando a base de una fórmula estándar de 10,000 habitantes. El análisis fue realizado por el experto en administración de servicios de salud, salud pública y exdirector de Asuntos Federales de Salud, Japhet Rivera, quien lleva sobre 30 años trabajando en la milicia, a nivel de los Estados Unidos y en Puerto Rico en estos asuntos.

“Puerto Rico con 3.2 millones de habitantes y 3,260 casos positivo al COVID-19, es 10.2 casos por 10,000 habitantes como promedio, pero si empiezas a calcularlo por pueblo, te das cuenta de que algunos están por debajo y otros por encima de ese promedio”, manifestó.

Como cada pueblo tiene una cantidad diferente de residentes, Rivera usó como denominador común la fórmula reconocida por los Centros para el Control de las Enfermedades (CDC, en inglés), que es calcular por 10,000 habitantes. Con excepción de los municipios de Las Marías y Vieques, que tienen menos habitantes, se hizo un promedio. Rivera calculó la cantidad de casos reportadas por Salud, la comparó con la cantidad de habitantes basada en el Instituto de Estadísticas a junio de 2018, y calculó la cantidad de casos por 10,000 habitantes.

Esta fórmula reveló que los 34 municipios con más casos y en peligro son:

  • Quebradillas, Lares, Las Marías, Mayagüez, Hormigueros, San Germán, Sabana Grande, Yauco y Guánica en el norte y suroeste.
  • Orocovis, Florida, Ciales, Morovis, Villalba, Barranquitas, Comerío, Naranjito, Aguas Buenas y Cayey en la región central.
  • Vega Alta, Vega Baja, Dorado, Toa Alta, Toa Baja, Bayamón, Cataño, San Juan y Guaynabo en el norte y la zona metropolitana.
  • Canóvanas, Luquillo, Ceiba y Vieques en el noreste.
  • Patillas y Maunabo en el sureste.

Ayer, 25 de mayo del 2020, Salud reportó un total de 3,260 casos positivos al COVID-19 en Puerto Rico. Sin embargo, estas cifras siguen cambiando en la medida en que aparecen nuevos casos. Para hoy martes, 26 de marzo del 2020, Salud informó que sumaron 64 casos positivos adicionales, lo que aumentó el total de casos a 3,324 personas que tienen la enfermedad. El número de muertes se mantuvo igual en 129 casos.

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Es importante destacar que más de la mitad de las muertes reportadas por el Departamento de Salud son muertes certificadas por proveedores, y no muertes que fueron diagnosticados antes del fallecimiento. Eso enfatiza la necesidad de hacer más pruebas, y el problema que existe al tratar de poner la data en contexto.

Salud provoca vacío en información

“Hay mucha información que está corriendo en las redes sociales y que se discute públicamente. Alguna está correcta, otra es confusa y otra son opiniones desacertadas. Lo importante es que cuando hay un vacío de información y la información no llega al pueblo, siempre hay espacio para que otros llenen ese vacío, y es lo que está pasando”, dijo Rivera.

En ese sentido, sostuvo que hay que dudar lo que dice Salud, pero, irónicamente, es lo único que hay hasta ahora.

“Estamos hambrientos de información, de tener datos, de saber exactamente qué está pasando, y parece que cada vez que hacemos una pregunta, la contestación que recibimos es desalentadora. La transparencia no ha existido”, dijo Rivera. “La data que sale no es la mejor, y toda la información de Salud hay que cuestionarla, pero es lo que hay”.

De hecho, hoy el director del Instituto de Estadísticas, Orville M. Disdier, reiteró que los datos que provee Salud “no son confiables” para hacer el análisis con el estándar claro que permita calcular la letalidad y otros aspectos del COVID-19. “La información no es suficiente para garantizar que la fórmula se compute de forma confiable, por lo que no hemos calculado dicha tasa”, manifestó a Noticel sobre la cifra precisa de letalidad. Esto surge luego de que ayer las reconocidas epidemiólogas Cruz María Nazario y Roberta Lugo-Robles calcularan que la tasa de letalidad del COVID-19 en Puerto Rico se elevó en un 10.3 por ciento.

El problema de falta de información confiable no es exclusivo de Puerto Rico, ya que en los Estados Unidos también ocurre, porque ambos gobiernos tienden a mezclar totales de contagios según las pruebas moleculares y las serológicas.

“Se mezcla la información para dar a entender que se están haciendo más pruebas, pero lo que no dicen es qué tipo de pruebas. Se dice que hay sobre 80,000 pruebas, pero ya el CDC ha dicho que las pruebas moleculares son las únicas que se pueden usar para diagnosticar. Esas son las que de verdad importan”, dijo Rivera.

Hace unas semanas el propio secretario de Salud, Lorenzo González, tuvo que admitir que las cifras estaban mal porque estaban contando casos doblemente.

Rivera precisó que mientras el Departamento de Salud nos da los números de casos crudos, no los pone en contexto.

“Por ejemplo, ellos dicen que San Juan es la ciudad con más casos en Puerto Rico. Aunque eso es cierto, al compararlos con la cantidad de habitantes de los municipios, vemos que los 62 casos que hay en Salinas representan un problema más grave que los 468 casos de San Juan. Esos 62 casos representan 22.9 casos por 10,000 habitantes, y los 468 un 14.6 casos por 10,000 habitantes. Comparativamente, Salinas tiene más casos que San Juan”, explicó el experto.

En la región de Bayamón, tiene una alta concentración de pueblos excediendo el promedio de casos por 10,000 habitantes.  Todos menos Catano y Corozal.

Según el análisis, Salinas (22.9), Guaynabo (20.9) y Vieques (22.7) tienen más del doble que otros municipios con sobre 20 casos por cada 10,000 habitantes. Por eso aparecen en color rojo en el mapa. Orocovis aparece con 19.3 que es casi el doble de casos, por lo que aparece en color anaranjado, acercándose peligrosamente a los pueblos en color rojo.

“Si yo fuera el alcalde de esos pueblos o si fuera el Departamento de Salud, le pondría más énfasis a lo que pasa en esos municipios”, dijo Rivera.

Los municipios en color amarillo exceden el doble de los contagios y también hay que prestarle atención.

“Si estuviéramos haciendo los rastreos de los contactos, sabríamos el por qué ha muchos casos en cada pueblo. Sabríamos si estos casos están concentrados en una sola familia, en una iglesia o fue porque se expusieron a una actividad social. Este tipo de dato es importante que la sepamos porque detrás de cada uno de esos casos debe haber una historia”, dijo Rivera.

Hoy que se anticipa una mayor apertura de comercios e iglesias, no hay duda alguna de que esto va a incrementar.

“Daría cualquier cosa por equivocarme, pero lamentablemente cuando nuestros líderes se paran al frente de un micrófono y dicen que el virus está bajo control en Puerto Rico, cuando dicen que no es negativo el ser positivo a COVID-19, (están) insinuando de que nos contagiemos. Eso es lo que se llama control por contagio o inmunidad de grupo, y eso no ha funcionado. Hay que tener cuidado cuando uno hace esas expresiones. Cuando se hacen, el que las oye, cree que estamos bien o que ha sido una exageración y regresan a su vida normal”, agregó Rivera.

Este fin de semana muchas personas no mantuvieron distanciamiento social en ríos, playas y las vías públicas y esto provocó que la gobernadora Wanda Vázquez advirtiera que impondrá medidas más restrictivas si la población sigue actuando en lo que catalogó como “conducta irresponsable”.

A nivel global, la Organización Mundial de la Salud advirtió ayer que el mundo se encuentra en la mitad de la primera ola de la pandemia y existe el riesgo de un segundo pico en esta ola en cualquier momento. Esto por el aumento de casos en América Central, Sudamérica, el sur de Asia y África.

 

Nota del Editor: La autora de este escrito, Sandra Rodríguez Cotto, publica el “blog” EN BLANCO Y NEGRO CON SANDRA, dedicado a la publicación de noticias exclusivas, análisis de noticias, líneas editoriales y del ejercicio del periodismo, la prensa y la comunicación. Análisis político y de gobierno. Temas sociales. También produce un programa radial sindicado del mismo nombre que su blog, que se transmite en varias emisoras radiales y digitales de Puerto Rico.