Salud mental: El estado emocional y reporte de síntomas físicos

Por: Fátima Martínez Toro-Psicóloga

El estado emocional o experiencias emocionales de una persona y cómo la persona se visualiza ella misma dentro de esas experiencias, es el factor que va a determinar cómo recibe y cómo procesa las situaciones. El estado de ánimo que posea el individuo ante cualquier evento va a establecer la evolución del individuo referente a su estado anímico. Tiene mucho que ver el cómo la persona permite que su estado emocional influya en sus síntomas físicos y si la persona se predispone debido a su estado anímico, por ejemplo, negativo, el cómo va a enfrentar su condición física.

Es de suma importancia la evaluación que hace el individuo de su estado de salud y esto puede variar dependiendo su estado de ánimo. Si el estado de ánimo de una persona es uno positivo se va a posicionar de manera optimista ante la condición de salud. Y la respuesta fisiológica va a ser en beneficio y de compromiso ante la adversidad. Por ende, esa respuesta de ánimo positivo va a reforzar el sistema inmunológico produciendo así mejores resultados dentro de un tratamiento.

Se han realizado estudios de laboratorio en donde se ha inducido sentimientos de tristeza a las personas y estos informan más sintomatología referente a sus estados físicos. De igual forma, se ha realizado los estudios induciendo mayores sentimientos de estado anímico de sentimiento de alegría y las personas han expresado haberse podido focalizar más y han mostrado mejor disposición ante las enfermedades crónicas.

“Una gran parte de la investigación al respecto se ha focalizado en una disposición crónica a experimentar un estado de ánimo negativo, llamada afectividad negativa o rasgo AN” (Watson & Pennebaker, 1989).

El rasgo AN es relacionado con patologías negativas estados de ánimos negativos como el pesimismo lo cual disminuye el auto concepto y autoestima. Existe una relación en el incremento de emociones negativas cuando un individuo ha tenido experiencias traumáticas y estas no han sido reveladas. Puedo concluir al respecto que estas experiencias no reveladas pueden causar efectos fisiológicos a largo plazo y cambios en el carácter. Estos cambios pueden ser asociados como parte de la respuesta emocional ante estos eventos no divulgados.

Por el contrario, cuando un individuo mantiene un estado emocional positivo esto le facilita una expresión favorable de su estado anímico y por ende está abierto a trabajar las conductas preventivas o a acudir al médico, ya que así está abierto a recibir las ayudas de los recursos necesarios para enfrentar posibles situaciones de salud (recursos psicológicos). La conducta o comportamiento de un individuo es relevante y es la estrategia en ocasiones de la regulación emocional, tanto para incrementar emociones positivas como aminorar las experiencias emocionales negativas.

Las conductas presentadas por el individuo pueden ser utilizadas como estrategias para la regulación emocional, ya sea para aminorar las experiencias emocionales negativas o, por el contrario, para inducir sentimientos positivos ante las experiencias.

Existe diversidad de conductas que pueden influenciar el estado de ánimo, incluso ayudando a escapar de sentimientos negativos, aunque sea de manera breve o temporera. Por ejemplo, los estados emocionales negativos y el estrés están íntimamente relacionados con la conducta de fumar, de ingerir alcohol, etc.

Por otra parte, conductas como el comer producen un estado momentáneo de satisfacción, tal vez para aminorar la experiencia emocional negativa incrementando el sentimiento del placer que genera comer. Este sentimiento de placer es momentáneo, posteriormente la emoción negativa regresa al momento de pensamiento. Conductas como practicar ejercicios, relajación, auto-hipnosis, incrementar el sentimiento positivo aminorando entonces el poder de la experiencia emocional negativa. Estas últimas prácticas, llevándolas a cabo con consistencia y perseverancia, los estudios apuntan a que promueve un estado emocional positivo debido al incremento de placer al realizar actividades que interfieren de manera efectiva en la vida del individuo.

Otro aspecto que se debe considerar en el estado emocional de un individuo es si existe el apoyo social. La manera en que el individuo se relaciona con el ambiente o que recibe el apoyo de las personas con quien mantiene contacto puede afectar la salud. Existe una predisposición a experimentar trastornos emocionales y físicos cuando se experimentan altos niveles de ansiedad y estrés, cuando se percibe poca ayuda o poca aceptación de la comunidad o el entorno que lo rodea.

El apoyo social es un factor determinante en la conducta de las personas, ya que los individuos son seres gregarios y emocionalmente no están para segregarse. Altos niveles de estrés menoscaban la salud emocional de una persona y máxime, si esta persona también posee estresores relacionados a una condición física.

Esta situación puede entorpecer, retrasar y/o empeorar un proceso de recuperación de una enfermedad crónica o persistente, ya que, al ser seres gregarios, es importante una interacción adecuada con sus pares, con su núcleo y con el entorno que lo rodea. De no ser así la relación intrapersonal, el auto-concepto y la autoestima pueden verse afectadas.

El apoyo y la reciprocidad emocional y social proporcionan a un individuo un sentimiento de estabilidad, lo que lo lleva al sentirse mejor y percibe su ambiente de manera más positiva y confortable. Incluso, con el apoyo social y aspectos positivos, puede desarrollar o fortalecer el bienestar emocional y su salud física, aumentando su resistencia a enfermedades ya que se fortalecen las redes de apoyo.

Cuando una persona suprime o se inhibe de expresar sus emociones puede tener consecuencias negativas para la salud física. Para un individuo el poder expresar, ventilar, exteriorizar todos aquellos acontecimientos sociales o problemas de salud, lo ayuda a un mejor funcionamiento social y con él mismo (intrapersonal).

Una herramienta de apoyo es el proceso psicoterapéutico ya que produce mejorías significativas en el bienestar psicológico, pero para que esto suceda de manera positiva el paciente tiene que mostrar compromiso con el proceso, tanto para lidiar su carga emocional como para aliviar sus dolencias físicas (mente-cuerpo).

El proceso de ventilar, analizar las causas y consecuencias de las emociones, incluso, el hecho de confrontar y verbalizar las emociones o eventos estresantes es parte de un proceso terapéutico beneficioso. Le permite al individuo organizar, estructurar, asimilar esas experiencias emocionales. Esto facilita que la persona reduzca la ansiedad generada a consecuencia de las emociones no trabajadas relacionadas a las enfermedades físicas. Incluso, se ha encontrado que es igualmente beneficioso escribir acerca de las experiencias emocionales, esto también influye en el bienestar psicológico y en la salud física.

La autora es psicóloga certificada en Educación Especial Avanzada y certificada técnica en Aroma Touch, con teléfono 787-538-0813.