CABO ROJO: Otro día de Año Nuevo y familiares, compañeros y amigos se reunieron a orillas de la carretera PR-100, en el lugar en el que fue asesinado hace cinco años el sargento Abimael Castro Berrocales, para recordarlo y con la esperanza de que autor del cobarde asesinato, pague por su crimen.
Un grupo encabezado por su familia inmediata, agentes activos y retirados, fiscales, y amigos; se congregaron frente a la cruz que marca el lugar del crimen, perpetrado mientras Castro Berrocales cumplía con su deber cuando detuvo un sujeto en la carretera que conduce de Hormigueros a Cabo Rojo, por guiar a velocidad excesiva.
El conductor mató de dos disparos en el rostro y la cabeza a Castro Berrocales en los momentos en que preparaba un boleto de multa administrativa.
Al tiempo que rendían tributo a su memoria, los asistentes también exigieron explicaciones sobre el curso que ha tomado la investigación del asesinato de Castro Berrocales.
“Esperamos que la conciencia le remuerda al asesino y confiese su crimen”, comentó uno de los asistentes, mientras se organizaban para efectuar la sencilla ceremonia.
Como ha informado LA CALLE Digital, han transcurrido cinco años sin que se haya esclarecido el caso ni radicado cargos, a pesar de la promesa que le hiciera el entonces superintendente de la Policía, Emilio Díaz Colón, a la viuda del oficial caído, Evelyn Muñiz, de “que el caso será esclarecido”. Eso no ha ocurrido.