El pueblo Naranja, la basura y «pay as you throw»

La bolsa anaranjada que se utiliza en Cabo Rojo.

La bolsa anaranjada que se utiliza en Cabo Rojo.

Por: Francisco «Paco» Aquino

Cabo Rojo, ciudad turística, ha venido a ser conocida en estos días como «Orange Town». Esta noticia ha estado en la mirilla de todos los puertorriqueños ya sea por reportajes televisivos, periódico o redes sociales ya que según se visualiza está por expandirse a varios pueblos del oeste. Entre ellos se ha mencionado Isabela, Hormigueros, San Germán.

Hay que recordar que ocurrió recientemente en Mayagüez cuando el Municipio confrontó problemas con el proveedor por falta de pago. Cabo Rojo pudiese ser conocido por ser el equivalente al ejemplo del famoso chavito de Caguas, el IVU Municipal.

Actualmente en la Legislatura a nivel estatal se proyecta emitir una ley para regular este servicio en todos los municipios de Puerto Rico. En conferencia de prensa, ConWaste indicó que son 12 con los municipios que al parecer tienen intención de establecer algún tipo de programa.

Esta medida se ha implementado mediante la Ordenanza Municipal 26, Serie 2016-2017, en una sesión ordinaria que autorizó el establecimiento de “un programa activo de manejo y procesamiento del material reciclaje y venta de bolsas plásticas especializadas” para el recogido de desperdicios sólidos. Fue aprobada por 11 legisladores contando con una abstención y tres que se encontraban ausentes.

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Para todos los efectos una ordenanza es una ley de carácter municipal y afecta a solo al pueblo donde se hizo la cual nunca podrá ir por encima de una ley estatal o federal.

El reciclaje no es algo nuevo en Cabo Rojo, lleva tiempo por lo que no debe verse como un incentivo. Pienso que debe ser un deber de todo caborrojeño y de todo ciudadano en Puerto Rico. No obstante, falta una participación más activa. Este tipo de programa se había implementado para expandir la vida de los vertederos.

A manera de orientación y capacitación, presento el caso del programa de las bolsas en Rincón el cual tardo un año aproximadamente en lo que el pueblo generaba conciencia y lo aceptaba. En el estado de Kentucky ya se promocionaba la venta de bolsas reusables allá para el 2009, las vendían en los supermercados tal como se hace aquí hoy día.

En Cabo Rojo se ha esperado que en un corto tiempo se llegue al mismo nivel, una alta expectativa.

Hay algunos que lograrán adaptarse en corto tiempo no obstante hay que reconocer el factor que no todo el mundo tiene acceso a Internet o está en edad para aceptar cambios abruptos. Las personas de edad avanzada necesitan más tiempo, por lo hay que ser benévolos a la hora de ejecutar la parte de multas que incluye la ordenanza.

Las bolsas de basura no son biodegradables, esto está certificado por el Presidente de ConWaste y aparece en la bitácora de la sesión legislativa. Entonces la pregunta obligada es: ¿Qué tienen de especiales? La realidad es que solo el color, así como el uso específico.

Según ConWaste, el impacto en la vida útil del vertedero es de solo uno por ciento. Esto hace contrapeso con las botellas plásticas, latas, latones y otros productos que se reciclan. El producto quedará sellado con los procesos que se utilizan en la compañía. Pese a esta explicación la relación con el costo no ha sido comprendida en profundidad por el pueblo quien al final es quien valida o rechaza un servicio. El recogido de desperdicios para todos los efectos esta privatizado hace varios años.

Las bolsas vienen en tamaños de 15 y 30 galones los cuales son de uso común y cuestan $1.75 y $3.40, más impuestos. Muchas personas no han logrado establecer una explicación cuando los costos son comparados con la propuesta del pueblo de Guayanilla (vetada por ahora por el alcalde Nelson Torres) donde los costos son $1.00 y $2.00, esta última por 30 galones. Los costos operacionales corresponden a otra compañía.

Según se conoce, en Cabo Rojo hay aproximadamente unas 24,000 residencias hábiles por lo que ConWaste espera poder facturar a través de las bolsas es $180,000 dólares. El programa de reciclaje de otros productos al momento continuará sin costo.

De no cumplir con las disposiciones de la basura hay multas que comienzan en $100 dólares que pueden llegar hasta $1,000. Los agentes del orden público (policías) podrán emitir la multa correspondiente a esto se le añade los inspectores ambientales, algo sumamente nuevo.

Como era de esperarse un ciudadano y un comerciante de Cabo Rojo incoaron un proceso en los tribunales buscando un interdicto preliminar el cual de acuerdo a la decisión emitida por La Juez Lynnette Ortiz del Centro Judicial de Mayagüez no fue emitido por lo que el caso seguirá su curso y se verá en su fondo.

De acuerdo por lo argumentado por uno de los demandados que tiene negocio en Cabo Rojo al ser un pequeño comerciante su negocio se verá afectado adversamente al aumentar su costo operacional significativamente. Esto es un proceso que se puede atender a través de la Legislatura y la compañía para minimizar el impacto, después de todo buscamos reavivar la economía local que es la que da vida a los pueblos. En Europa, especialmente en Alemania, se protege mucho al pequeño empresario.

Dentro de las recomendaciones podría indicar que se debe expandir el programa de reciclaje para colectar vidrio, así se hacía en los tiempos de nuestros abuelos. Si una botella plástica puede tomar hasta 500 años en descomponerse no pasaría igual con el cristal ya que puede permanecer por siempre.

Como pueblo debemos ser vanguardista y convertirnos en la primera jurisdicción local que saca provecho de este producto. Hay que flexibilizar la ordenanza, en lo que las personas pueden ir absorbiendo el mensaje, esto dependerá del costo.

Si no hay mejoría en el costo posiblemente no habrá aceptación en un nivel operacionalmente aceptable.

Presento la opción a través del Municipio de Cabo Rojo, la Cámara de Representantes y el Senado; proyectando un impacto a nivel de toda la isla surja la primera empresa local que manufacture las bolsas y de trabajo a muchas familias puertorriqueñas.

El impacto esperado es a nivel isla, después de todo, las bolsas no son biodegradables. Si generamos basura debemos ser capaces y encargados de fabricarlas. El servicio que se compra a través de este producto debe ser libre de impuesto municipal y estatal ya que es una función del estado relegada, cedida o encomendada a una empresa privada por lo que el ciudadano no está en capacidad de establecer de una manera costo-efectiva negocios con otra entidad.

En las leyes no hay nada escrito sobre piedra por lo que toda enmienda es posible de redactarse e implementarse. Al menos podría disponerse del impuesto estatal. Es una realidad indiscutible que Puerto Rico pasa por una difícil situación histórica y económica que recaba la participación de todos y que hay medidas que parecen ser difíciles de evadir no obstante siempre se puede hacer algo. Los municipios buscarán su subsistencia al igual que el gobierno central.

Por lo visto, hemos rebuscado en el pasado para resolver los problemas del presente. Para el 2002, la Junta de Gobierno del Centro de Recaudaciones de Ingresos Municipales (CRIM) había emitido una resolución que permite fijar tarifas y cobrar por el recogido, acarreo y disposición de basura.

Si hemos de continuar como un Pueblo Naranja, debe ser con los costos que el pueblo en promedio pueda absorber. El problema no se generó en un día tampoco la solución debe ser tan fuerte que se resuelva en un día. La ventaja de los gobiernos sobre la empresa privada es que existirán a través de los tiempos.

Hay que dar tiempo a esta ciudad con corazón de pueblo, para que se adapte. En la medida que aumente vertiginosamente el reciclaje se pueden reducir los costos.

La empresa ConWaste ha formado parte de la familia caborrojeña por nueve años, según informó su presidente, por lo que entendemos que con el ánimo de perdurar por muchos años puede encontrar la forma de abaratar costos y pasarlos a los ciudadanos.

La Administración Municipal tiene un gran reto en sus manos, dada la respuesta del pueblo. Esto a su vez ha generado un interés 100 x 35, ya que hay otros pueblos en espera y por lo visto pudiese implementarse en los 78 pueblos de la Isla del Encanto.

ConWaste debe considerar no hay mejor cliente que un pueblo contento y que al final lo que desean es un servicio eficiente al menor costo posible.

Vista de las «bolsas anaranjadas» de Cabo Rojo continúa a las 10:00 a.m.

Basura acumulada el miércoles en la noche, en bolsas que no son anaranjadas en la Plaza de Cabo Rojo (Foto/Facebook).

Basura acumulada el miércoles en la noche, en bolsas que no son anaranjadas en la Plaza de Cabo Rojo (Foto/Facebook).

MAYAGÜEZ: La juez Lynnette Ortiz, del Centro Judicial de la Sultana del Oeste, continuará el jueves a las 10:00 de la mañana, el proceso en el que dos residentes de Cabo Rojo impugnaron la Ordenanza Municipal 26, Serie 2016-2017, que impone a los vecinos de esa jurisdicción la compra de una bolsas plásticas anaranjadas para disposición de desperdicios sólidos.

Mientras tanto, LA CALLE Digital supo que la llamada Iniciativa Naranja comenzará a partir de la madrugada del jueves, con la recolección de la basura en las bolsas anaranjadas.

No obstante, en las redes sociales ya estaban circulando fotos de bolsas de basura que han estado amontonando el miércoles en la noche, al lado de las estatuas de los leones en la Plaza Ramón Emeterio Betances de Cabo Rojo.

En el Tribunal de Mayagüez, la vista comenzó a las 9:00 de la mañana en la sala 307, que preside la magistrada Ortiz.

El Municipio de Cabo Rojo no aceptó posponer la implementación de la ordenanza, mientras se ventila el pleito. No obstante, solicitó una prórroga para contestar la demanda. La juez Ortiz, sin embargo, determinó celebrar la vista y decidir si dicta o no el injunction preliminar.

Mientras, residentes de Cabo Rojo que decidieron cumplir con la Ordenanza 26, usaron las controvertibles bolsas.

Mientras, residentes de Cabo Rojo que decidieron cumplir con la Ordenanza 26, usaron las controvertibles bolsas.

En la demanda se solicita un injunction preliminar y una sentencia declaratoria, buscando anular la ordenanza, que según trascendió en corte, se aprobó sin la celebración de vistas públicas para escuchar el parecer de la comunidad.

El desfile de la evidencia comenzó a las 2:00 de la tarde y se extendió hasta entrada la noche del miércoles.

Como demandantes en este pleito figuran el comerciante Juan Cancel Rivera y el artesano Edy Ruiz Vega, representados por el licenciado Wilmer Rivera Acosta.

Entre los demandados está el alcalde Ramírez Kurtz y la presidenta de la Legislatura Municipal de Cabo Rojo, Evelyn Alicea González; así como el Municipio Autónomo de Cabo Rojo y la Legislatura Municipal como entes con personalidad jurídica.

Como parte de sus argumentos, los demandantes alegan entre otros asuntos, que la Ordenanza 26 “constituye un intento de restringir irrazonablemente los negocios o el comercio de recogido de basura y reciclajes, cuyo efecto es monopolizar dichos servicios en el Municipio de Cabo Rojo”; aparte de obligar a residentes y comerciantes a utilizar los servicios de la compañía que el Gobierno Municipal contrate.

Los demandantes sostienen que la Ordenanza 26 viola la Ley Antimonopolística de Puerto Rico de 1964.

La demanda insiste en que la controvertible ordenanza crea un daño, ya que “restringe (a los demandantes) su libertad de contratación y los obliga a insertarse en un esquema monopolístico bajo el pretexto de que se fomenta el reciclaje”.

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