De nuevo preguntamos: ¿ qué nos pasa Puerto Rico?

Es gratificante que la gente disfrute y comparta en esos lugares con sus familiares y amigos. Sin embargo, divertirse sanamente es una cosa y cumplir con la responsabilidad de mantener nuestras playas y balnearios limpios es otra obligación que en circunstancias normales no sería necesario recordárselo al ciudadano que ama a su patria.

Horroroso es el espectáculo dejado en muchas playas y balnearios del país visitados durante el pasado fin de semana por los miles de bañistas que acudieron a celebrar la tradicional Noche de San Juan. Cientos de toneladas de basura, fue el «regalo» dejado por una «trulla» de irresponsables que  no profesan el menor respeto a sus conciudadanos.

Mientras muchas familias fueron cuidadosas al momento de retirarse de los sitios donde estuvieron festejando el feriado de San Juan Bautista y  echaron en fundas plásticas los desperdicios sólidos, otros menos comprometidos con la belleza de nuestra isla, dejaron un «corral de puercos» en sitios que la ley obliga a mantenerlos limpios.

En repetidas ocasiones la gente se queja de que el gobierno es muy riguroso imponiendo leyes, pero son los mismos individuos quienes forzan al estado a implementar medidas drásticas. Quizás, muchos de los que regresaron a sus hogares el domingo luego de dejar un vertedero en las playas y balnearios, no se han puesto a meditar por un minuto, si a ellos les gustaría que le dejaran su casa asquerosa después de una fiesta familiar.

Pues eso mismo sucede con Puerto Rico. Borinquen es nuestro hogar, nuestra tierra y el hogar de nuestros hijos. Si nosotros no la cuidamos para esta y las futuras generaciones, es porque nos da lo mismo que el hogar donde habitamos se nos caiga encima  Una vez más, ¿ qué nos pasa Puerto Rico?.