Cámara cuelga el proyecto de Reforma Contributiva y el IVA

Mensajes a través de su cuenta de Twitter del gobernador Alejandro Garcia Padilla, del miércoles en la noche, ante la entonces probabilidad de votos en contra por parte de representantes populares (Captura de pantalla).

Mensajes a través de su cuenta de Twitter del gobernador Alejandro Garcia Padilla, del miércoles en la noche, ante la entonces probabilidad de votos en contra por parte de representantes populares (Captura de pantalla).

EL CAPITOLIO: Precisamente el mismo día que el gobernador Alejandro García Padilla ofrecerá su mensaje de Estado de Situación al país, la Cámara de Representantes rechazó en la madrugada del jueves con 22 votos a favor y 28 en contra, el Proyecto de la Cámara 2329 de Reforma Contributiva.

Los seis votos en contra de los representantes del Partido Popular Democrático (PPD) fueron Luis Vega Ramos, Luis Raúl Torres, Luisa «Piti» Gándara, Carlos Vargas Ferrer, Manuel Natal y Ángel Matos; junto a la delegación del Partido Nuevo Progresista (PNP).

El proyecto fue finalmente derrotado a las 3:31 de la madrugada.

El presidente de la Cámara, Jaime Perelló, lee unas declaraciones tras ser derrotado el proyecto (Cáptura de pantalla).

El presidente de la Cámara, Jaime Perelló, lee unas declaraciones tras ser derrotado el proyecto (Cáptura de pantalla).

El presidente de la Cámara, Jaime Perelló hizo un último esfuerzo por conseguir los votos para aprobar la medida. El presidente cameral estuvo varios minutos hablando con la representante Luisa «Piti» Gándara, pero no logró convencerla. Luego, se retiró al Salón Café donde estuvo varios minutos.

Las cinco horas de debate fueron consumidas en su totalidad por los miembros de mayoría y minoría.

En un momento dado, se pudo apreciar al alcalde de Cayey, Rolando Ortiz, conversar animadamente con el representante Pedro Julio “Pellé” Santiago, quien al final votó en contra de la medida. También estaban presentes asesores de La Fortaleza quienes se movían por las distintas bancas.

Según informes de prensa, Perelló esperó una hora después de terminado el debate. Una vez comenzó los trabajos, el representante Rafael «Tatito» Hernández sometió un bloque de enmiendas que en su mayoría eliminaron el lenguaje del impuesto bautizado como «El Refrescazo».

Tras la derrota de la medida, Perelló leyó ante los periodistas unas declaraciones en las que arremetió contra los miembros de su delegación que votaron en contra.

“El proceso ha terminado… El análisis y la discusión de esta medida han sido concluidos. No habrá reconsideración sobre este proyecto. 22 legisladores de la mayoría parlamentaria, hemos entendido la importancia histórica de esta propuesta. Y la hemos respaldado. Sin embargo, seis legisladores de esta mayoría parlamentaria han hecho causa común con la minoría para negarle los votos al proyecto y al país. Ellos deberán asumir la responsabilidad por sus actos”, sentenció Perelló.

Por su parte, el miércoles en la noche, a través de su cuenta de Twitter, el gobernador Alejandro García Padilla habló de las “consecuencias profundas” que produciría un voto en contra del proyecto.

Hay que decidir: Fitch, Moody’s y Standard and Poors… o el Pueblo

casas acreditadorasPor: Iván Vargas Muñiz, líder obrero del Oeste y miembro de la UIA/AAA

No tengo dudas que la más reciente movida de Fitch Ratings, es con la única intención de presionar al Gobierno de Puerto Rico, para que apruebe sin dilación, la llamada “Transformación Contributiva” y su consabido IVA de un 16 por ciento. Esta movida ha provocado distintas reacciones, dependiendo el color o partido con que se mire.

Para el PNP, por ejemplo, esta degradación es causada por el muy acertado proyecto de los representantes Manuel Natal Alvelo, Luis Vega Ramos y Luis Raúl Torres Cruz, de aumentar el impuesto de un 1 por ciento que hoy pagan las mega tiendas por las ganancias, a un 8 0 10 por ciento que hoy paga el pequeño comerciante. Obviamente para ese partido, las mega tiendas y las grandes empresas deberían no pagar contribuciones, y que seamos tu y yo quien paguemos por ellos. Su reacción denotaba miedo a que ellos abandonaran el país, cosa que sabemos no ocurrirá.

El caso del PPT, su reacción era de esperarse y realmente me parece la más sensata. Este partido a través de su portavoz expresó que hay que reestructurar la deuda, negociar pagos mucho más bajos con el fin de dedicar los recursos del país a continuar dando servicio directo al pueblo. De hecho, Rafael Bernabe expone que la deuda, no importa lo que se haga, es impagable, por lo que se debe enmendar la Constitución para eliminar la disposición que pone en primer plano el pago a los acreedores.

Pero lo que me resulta altamente sospechoso es el hecho de que el presidente del Senado, Eduardo Bathia haya dicho que solicitará reunirse con las casas acreditadoras. Me imagino que su propósito es ver que ellos pueden hacer para complacer, o realmente continuar complaciendo, a estas casas acreditadoras, que su único fin es lograr que el país siga endeudándose para luego, ellos decidan quedarse con todo.

Pero, ¿Qué se debe hacer? Para mí, es hora que el gobierno tome la decisión más trascendental de la historia, poner al pueblo delante de esas casa acreditadoras. Primero, estoy de acuerdo con que se debe enmendar nuestra Constitución para, como dice el PPT, eliminar la disposición que pone a los acreedores, incluso por encima del pago de la nómina. Segundo, el Gobierno tiene, si tiene, que comenzar a dejar sin efecto los contratos innecesarios y exageradamente millonarios que hoy tiene en las distintas agencias y corporaciones públicas. Esto le traería ahorros en más de mil millones de dólares al año y que estos ahorros se destinen al fondo general para que se pueda continuar con los servicios públicos.

Además, hay que implantar la decisión que tomó el pueblo mayoritariamente de un sistema unicameral, donde se reduzca drásticamente la cantidad de legisladores y por ende los ayudantes y ayudantes de los ayudantes.

Es el momento de no continuar gobernando para quienes nos han llevado a esta crisis, y comenzar a poner al pueblo y al país primero.