MAYAGÜEZ: Guillermo Cummings Irizarry, alias “Guillo” y “Zasquatch”, hallado culpable por un jurado el pasado 4 de mayo, por el asesinato de la joven enfermera Maritza Rodríguez Morales, pasará el resto de su vida en la cárcel, según trascendió en la lectura de sentencia, que tuvo lugar hoy, viernes, en el Centro Judicial de Mayagüez.
La juez superior Legna I. González García, de la sala 203, le impuso a Cummings Irizarry un total de 105 años de cárcel, por asesinato en primer grado y dos cargos por destrucción de evidencia.
Durante la vista de lectura de sentencia, el fiscal José Arocho explicó que el informe sobre el caso de Cummings es uno negativo, ya que el sujeto no muestra arrepentimiento, aparte de que sus vecinos lo describieron como de “mente torcida”.
El Ministerio Público, representado por los fiscales Arocho y Omar Manfredy, solicitó que como no se podían imponer agravantes, que las penas fueran consecutivas. También se le impuso una pena especial de $300 en cada caso.
La defensa estuvo a cargo del licenciado Carlos Vera Muñoz, quien solicitó que las penas fueran concurrentes, porque no había cometido delitos previos, siendo un primer ofensor y que se tomaran en cuenta sus condiciones de salud.
Personas que presenciaron el proceso, coincidieron en que la conducta y la actitud del tal “Zasquatch” afloraba la maldad de éste.
Durante el juicio trascendió que el cadáver de la joven enfermera Maritza Rodríguez Morales fue profanado tras ser asesinada por Cummings Irizarry; su hijo Guillermo Cummings Vélez; y la esposa de éste, Yamaris Lugo Rivera, alias “Strawberry Shortcake”.
Cummings Vélez estranguló a Maritza, frente a “Zasquach” y que Yamaris presuntamente lo ayudó, agarrándole las manos a la infortunada, que luchaba por su vida y su honra.
Los hechos ocurrieron el pasado 9 de mayo en la vivienda de Cummings Irizarry, en la calle Pedro De Acosta B-41, en la urbanización Santa María de Sabana Grande.
El agente Edgar Vélez Pérez narró en sala lo que fueron los hallazgos de su pesquisa, y de cómo Cummings Irizarry, su hijo y su nuera mataron a Maritza; dispusieron de su cadáver, lanzándolo a un tributario del Río Guanajibo, desde un puente en la carretera 309, en jurisdicción de Hormigueros; y cómo Cummings Vélez abandonó el Toyota Yaris del 2009 de su víctima, en el estacionamiento de la tienda por departamentos Walmart del Mayagüez Mall, lo que fue captado por las cámaras de seguridad de ese centro comercial.
En uno de los momentos más espeluznantes del testimonio del agente Vélez, éste declaró que cuanto el hijo de Cummings y Yamaris regresaron de haber abandonado el carro de Maritza, encontraron que el cadáver de la joven no tenía puestos la blusa ni su pantalón y que tenía suelto el sostén, presumiéndose que “Zasquach” profanó el cuerpo mientras los coautores se deshacían del vehículo.