Secretario de Defensa advierte sobre «Pearl Harbor» cibernético

El secretario de Defensa Leon Panetta advirtió este jueves que Estados Unidos encara la posibilidad de un “Pearl Harbor cibernético” por estar cada vez más vulnerable a los hackers extranjeros que podrían destruir instalaciones críticas en el país.

En un discurso en el Museo Intrepid del Mar, el Agua y el Espacio en Nueva York, Panetta señaló a China, Rusia, Irán y a grupos de militantes como la posible fuente de un ataque así.

“Una nación agresora o un grupo extremista podría utilizar este tipo de herramientas cibernéticas para tener acceso a controles críticos”, dijo Panetta. “Podrían descarrilar trenes cargados de pasajeros, o todavía más peligroso, descarrilar un tren cargado con armas químicas. Podrían contaminar las fuentes de agua potable en ciudades importantes, o apagar la red del tendido eléctrico en grandes áreas del país”.

Según el periódico The New York Times, funcionarios del Departamento de Defensa dijeron que lo dicho por el secretario Panetta no era una exageración, y que simplemente estaba refiriéndose a una ola de ciberataques reales hace un par de semanas contra instituciones financieras estadounidenses y a otros ataques como el realizado contra la empresa estatal Saudi Aramco, que infectó e inutilizó más de 30.000 computadoras.

Panetta añadió que un ciberataque múltiple en combinación con un ataque físico a instalaciones resultaría en un Pearl Harbor cibernético que provocaría destrucción física, pérdida de vidas, además de que la parálisis y el golpe sicológico provocarían una sensación nueva de vulnerabilidad.

La administración Obama ha estado tratando de que se aprueben nuevas leyes de seguridad cibernética que requerirían nuevos estándares para las empresas privadas que manejan infraestructura crítica, como las plantas generadoras de energía, plantas de tratamiento de aguas y oleoductos.

La iniciativa ha sido bloqueada por los republicanos liderados por el senador John McCain, que coinciden con la Cámara de Comercio de Estados Unidos en considerar que la carga sería demasiada grande para las corporaciones.