La mentira como un gran negocio en los medios

MAYAGÜEZ:  En esta Revista La Calle no acostumbramos a polemizar con ningún  medio que esté haciendo uso de la Libertad de Prensa, como mejor cuadre a sus intereses. Lógicamente, cada cual tiene la obligación de responder ante la historia y aún más importante, ante la gente de esta isla que merece consideración y respeto a la hora de acceder a los medios ya sean impresos o cibernéticos.

Eso de inventarse historias para ganar adeptos, tal vez por un tiempo pudiera resultar productivo económicamente;  sin embargo, al final  la verdad prevalecerá.  Sin hacer mucho ruido, más de un millón 538 mil 253  lectores han visitado nuestra página hasta las 4:14 de la tarde, hora local, del 17 de marzo de 2014, esto, desde que iniciamos labores a finales de 2011.

Estamos conscientes que muchos más ciberlectores serían tentados por la curiosidad si nos dedicáramos a inventar o tergiversar historias.  Pero ése no es, ni ha sido nuestro norte. Perfectos no somos como seres humanos, pero aún nos animan conceptos tan valiosos como la moral y la ética.

Que nadie se llame a engaño, si por falta de patrocinio comercial nos viésemos   forzados a cerrar las páginas de  Revista La Calle, lo haremos con la frente alta y sin el estigma de que alguien nos tilde de «mercenarios»  de las comunicaciones.

De mal en peor servicio al público en oficinas de la AAA

SAN GERMAN:  Mientras cientos de ciudadanos deben hacer largas las filas  para objetar facturas  y el corte del servicio de agua potable, funcionarios de esa corporación pública parecen ignorar los reclamos del pueblo para que se les ofrezca lo prometido durante la campaña política que acaba de finalizar. Con excepción de algunos empleados de la agencia que siempre atienden a los abonados con paciencia y cortesía, en la oficina local hay que hacer turno para todo.

Este es el caso de un periodista de La Calle Digital, que se vió forzado a acudir a esa dependencia de la AAA, para objetar una factura que consideraba pagada. Luego de atender la queja, una empleada explicó que la factura se debía aunque el cliente nunca la hubiera recibido. Como detalle importante, primero el reportero tuvo que hacer una larga cola para objetar la factura y luego otra fila «kilométrica» para hacer el pago.

Llama la atención el grado de descortesía que impera en la oficina de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados de San Germán. Si usted pregunta no le responden y al momento del cajero retirarse de la ventanilla de servicio, ni siquiera se preocupa de  indicar que  va cerrar  operaciones.

Y de los envejecientes ni se diga, a diferencia de otras agencias de servicio a la clientela, en la AAA  local,  la ley  federal sobre  prioridad con los mayores de 60 años de edad,  aparenta ser letra muerta. Así lo pudo constatar nuestro periodista.

Si a tan mal servicio le adicionamos que la AAA, volvió a subir la tarifa del agua, al tiempo que sigue facturando por un sistema de alcantarillado obsoleto y  «apestoso», no existen dudas de que la nueva administración va a heredar un tremendo problema, sumado a la cruz que carga el pueblo con la Autoridad de Energía Eléctrica.

Cuando todo parece estar bien para un grupo pero mal para el pueblo

Si es usted de los agraciados a quien el Gobierno le reintegrará gran parte de la contribución declarada durante el pasado año fiscal y que además de eso disfruta de todos los privilegios inherentes a su cargo electivo, pues sencillamente, para usted y sus allegados la situación económica tiene que estar bien. Sin embargo, si hablamos de un asalariado al que apenas le sobran recursos para cumplir responsabilidades inmediatas, la situación para usted y los suyos sigue estando mal.

Si al igual que el gobernador Luis Fortuño y familia, los ingresos que usted  recibe le permiten enviar a sus hijos a las mejores instituciones educativas de los Estados Unidos y Europa,­¡albricias! su gentileza forma parte de una élite de sangre azul bendecida desde el vientre de su progenitora. No obstante, si es usted parte de la fila interminable de contribuyentes cuyos vástagos asisten a escuelas inseguras, calurosas, carentes de materiales didácticos y con los mismos pupitres incómodos de todos los tiempos, permítame compadecerle.

Pero esto no finaliza aquí. Si son ustedes, damas y caballeros, del sufrido grupo de personas que llevan varios años esperando que aparezca una oportunidad de trabajo para salir del atolladero económico donde se encuentran, solicítenle la fórmula mágica a Edwin Mundo, Félix Plaud y otros «empresarios» afectos al partido de gobierno, cuyos ingresos siguen subiendo como la espuma. Pregunte porqué esos individuos logran contratos en todos lados, mientras a usted y familia les niegan un día de trabajo en agencias y municipios.

Cuando todo parece estar bien para el grupo de allegados especiales al gobierno, nuestros compatriotas siguen pagando las tarifas más abusivas de la historia en las facturas de agua y energía eléctrica. A eso súmele el precio de la gasolina; inexplicable, abusivo, explotador y carente de lógica. Que si el Golfo, la refinería de Islas Vírgenes, los problemas en Irán, los chinos, los tornados y hasta la madre de los tomates, solo son excusas para seguir oprimiendo a los consumidores puertorriqueños. Mientras eso ocurre, el otrora secretario del DACO, se ha declarado «relacionista público» de los productores de petróleo.

Si usted, amigo político disfruta de las bienandanzas del «biberón» gubernamental, no le regateamos que siga diciendo que todo está bien. Si por el contrario, es su persona uno de los marginados cuyo sostenimiento depende  de las ayudas sociales que envía  » el tío Sam», que nadie lo recrimine por afirmar que «esto está mal y se pondrá peor».