Don Francisco, entendemos que esta vez se le fue la mano

Durante muchos años, el comunicador Mario Krutzberger (Don Francisco), ha sido  una figura de prestigio en la televisión internacional  y  ejemplo a imitar por aquellos jóvenes que  aspiran a llegar y triunfar en el difícil mundo de las comunicaciones. Por esa razón, la sociedad le exige mucho más a don Francisco, de quien no dudamos, vive en un eterno compromiso con la defensa de los derechos de todos los pueblos hispanos.

Sin embargo, por esta vez tenemos que diferir con Don Francisco, a quien en estas noches «se le fue la mano» mientras  dialogaba  con varios niños en uno de los segmentos fijos del programa «Sábado Gigante».  Muy malo le quedó a don Mario, el espacio donde simuló dispararle a unos menores para que cayeran al suelo al estilo de los vaqueros del viejo Oeste. Creemos  que habían otras alternativas para que esos niños demostraran su talento como futuros actores.

En una sociedad donde el crimen, el uso ilegal de armas y la violencia institucionalizada constituyen la orden del día, presentar a menores en episodios de esa naturaleza, no es asunto de chiste. Don Francisco, entendemos que esta vez se le fue la mano y usted con su sabiduría sabrá rectificar.

Críticas a Don Francisco por segmento de Sábado Gigante

Aunque el público latinoamericano admira a este conocido animador por su  talento y trayectoria de éxitos en la televisión internacional, no todas las veces se puede aceptar que Don Francisco, actue más allá de sus responsabilidades en el rol importante de comunicador social. En la redacción de la Calle Digital, se han recibido críticas de ciudadanos que alegan estar molestos por lo ocurrido en uno de los segmentos del popular programa «Sábado Gigante», que se difunde en Puerto Rico por la filial local de Univisión.

Específicamente, los televidentes se refieren al programa transmitido el sábado 2 de junio de 2012 y donde participan varios niños que comentan sobre temas que les asigna el moderador de «Sábado Gigante». Para esta ocasión, Don Francisco abordó la discusión de la capacidad y vocación que son importantes para desarrollarse como actor. Con su habitual jocosidad, los niños que integran el panel respondieron a las preguntas de Don Francisco, demostrando algunos de ellos  habilidad natural para la actuación.

Hasta allí donde marchaba perfectamente hasta que a don Mario-como es su nombre de pila-se le ocurrió pedirle a los niños que hicieran una demostración de cómo caer sin vida al sonido de un disparo.  Simulando tener un arma de fuego en la mano, Don Francisco le  «apuntaba» con el dedo a los pequeños actores, mientras el público en el estudio reía como si se  tratase de un chiste sin mayor importancia.

Algunos de los menores se lanzaron al piso al escuchar la supuesta detonación a riesgo de sufrir daño físico. Aparentemente, Don Francisco no midió el alcance de un incidente que aunque él entendió  sin importancia, no debió haber  sido permitido por una personalidad de su prestigio y ejemplo para nuestra juventud. Se espera que la gerencia de Univision se exprese sobre el particular y no vuelva a permitir la utilización de menores en escenas de violencia, aunque se trate de ficción.