MAS RESPETO POR NUESTRO SHORTY CASTRO

SHORTY CASTRORealmente conmovedora; así fue la entrevista que el gran artista mayaguezano Israel  (Shorty)  Castro, le concedió al programa  » Lo Sé Todo» que difunde WAPA-TV. Observar a una de nuestras glorias de la clase artística tener que recurrir a los medios para dar a conocer sus penurias económicas, no solo entristece a sus amigos del  Area Oeste, sino, que debe provocar vergüenza en aquellos que no tienen ni un átomo de respeto por las personas que han dado lo mejor de su talento para orgullo de Puerto Rico.

Shorty Castro, no es cualquier » Juan del Pueblo», se trata de una de las figuras más respetadas del ambiente artístico puertorriqueño, un excelente mayaguezano y un ciudadano ejemplar. Que a estas alturas de su vida, tenga que prácticamente rogar para que le paguen por servicios prestados a una dependencia del gobierno, resulta un abuso por parte de quienes incumplen palabras y contratos. No es la primera ocasión que esto sucede en este país, donde nos vanagloriamos de ser lo máximo en cuanto al  trato hacia nuestros adultos mayores.

Aparte de resultar indignante y vergonzoso, no hay razón alguna para que  nuestro Shorty Castro, en el ocaso de su valiosa hoja de servicios como actor cómico se vea privado de disfrutar de su vejez sin privaciones económicas.  Desde las páginas de La Calle Digital, nos solidarizamos con el gesto de apoyo a Shorty  Castro, asumido por todo el elenco del espacio «Lo Sé Todo»,  particularmente, de los mayaguezanos Topy Mamery y Frankie Jay.

Este caso de Shorty Castro, es el de muchos artistas nuestros, que una vez llegados a la llamada » edad de oro», son marginados, despreciados, abandonados y engañados vilmente. Mucho más que pagarle a Shorty, lo que el gobierno le debe, es hora ya de que nuestros valores, artista o no,  tengan  una vejez digna y decente.

En el caso de Mayagüez, sugerimos al señor alcalde José Guillermo Rodríguez, que estudie otorgarle una pensión vitalicia al gran comediante, que tanto renombre le sigue dando a su ciudad natal. El nombre de Shorty en parques, teatros o edificaciones públicas es un bonito acierto, pero esta gloria del arte merece muchísimo más.