[OPINIÓN] La privatización: ¿Cuál debe ser la ruta de los sindicatos?

Por: Iván Vargas Muñiz, líder sindical del Oeste

Como líder sindical con 30 años de experiencia en estas luchas, he podido ver los años de gloria, así como los ataques hacia los trabajadores del país.

En todos estos años, los sindicatos han jugado un papel importante, no solo en la defensa del derecho de sus trabajadores, sino también en el beneficio del pueblo.

Puedo decir que vi la huelga de la Mayagüez Dairy, ya desaparecida; Fortunata (primer intento de privatización de la Telefónica); la huelga de la Telefónica y su eventual privatización; la privatización de la AAA y luego la huelga de 84 días. Fueron tiempos difíciles, pero había cierta apertura a dialogar de parte del gobierno-patrono.

Hoy estamos viviendo uno de esos momentos más álgidos y complicados en el ámbito laboral. No se trata simplemente de una privatización más. Ese es un proceso donde el único que gana es la compañía y pierde el pueblo y los trabajadores. Un proceso donde se les quita los derechos adquiridos, se les envía a trabajar a áreas que no tienen ni conocimientos ni experiencia, y en algunos casos áreas distantes provocando una renuncia o un despido tácito o constructivo.

Se perfila que los próximos en la lista de privatización somos los empleados de la AAA. Están esperando culminar el proceso de la AEE, conocer que finalmente pasa con los procesos judiciales, para entonces salir con un anuncio formal.

Siempre he estado en contra de la privatización de servicios básicos, no porque lo privado sea peor o mejor. Los servicios de agua y luz deben estar en manos públicas porque es la única manera que no se entre en la especulación de precios y que se le garantice que se le pueda llevar el servicio, en la medida posible, a lugares lejanos de las ciudades.

Los empleados públicos tenemos esa vocación de servir que no nos la quita ningún privatizador, ni gobierno antiobrero. Pero si nos quitan nuestro trabajo, obviamente el servicio al País que trae una empresa privada jamás será igual si no cuenta con los empleados existentes.

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Esta es una ola que ha ido creciendo a través de los años y que me parece que resistir en momentos como los que estamos viviendo, en los que el gobierno muy hábilmente ha traído su gente a trabajar en las agencias y corporaciones públicas para ir debilitando el movimiento obrero. Esto nos debe poner a reflexionar que es lo que debemos hacer como sindicatos.

Tenemos que empezar a actuar con cabeza fría, tomar decisiones de manera sosegada, sin apasionamientos, sin agendas, sin juicios previos. Tenemos que poner sobre la mesa todas las alternativas, evaluar los pros y los contras de todas y cada una de ellas y mirar la que más beneficie al trabajador.

Llevamos en Acueductos sin negociar un nuevo convenio colectivo desde el 2015, por causa de las leyes 66, 3 y 26 aprobadas por los gobiernos García Padilla-Rosselló Nevares que además nos quitaron otros derechos y beneficios.

El 1 de julio se supone que empecemos a negociar un nuevo convenio, pero las condiciones impuestas son bajo la Ley 26 y Ley 3, quiere decir “nada económico”. Expiran 99 convenios colectivos el 30 de junio, lo que significa que hay una avalancha de negociaciones a partir de julio.

Bajo ese escenario, tenemos que reflexionar si podemos buscar algún tipo de negociación con la empresa privada manteniendo el estatus de empleados de gobierno, manteniendo nuestro sistema de Retiro, pero que los salarios los pague el privatizador, o si estamos dispuestos a irnos privados total, o simplemente nos vamos a tirar a la calle en contra de la privatización de Acueductos.

Tenemos que quitarnos las vendas de los ojos para poder decidir lo mejor para la clase trabajadora.

O surfeamos, o nos hundimos. Hay que decidir…

La columna de Iván Vargas Muñiz: La Reforma «Patronal»

El gobernador Ricardo Rosselló tras firmar la ley de Reforma Laboral (Foto/La Fortaleza).

El gobernador Ricardo Rosselló tras firmar la ley de Reforma Laboral (Foto/La Fortaleza).

Por: Iván Vargas Muñiz, presidente del Capítulo del Oeste de la UIA-AAA

El jueves de esta semana se le dio la aprobación final con la firma del gobernador, al proyecto de ley que enmienda varias leyes laborales del país. El gobierno y varios sectores le han llamado “reforma laboral”, ya que incide directamente en varias leyes laborales al mismo tiempo.

Hemos escuchado las voces de los propulsores de esta medida intentar hacernos creer que la misma tiene bondades para el trabajador y que sería de aplicación prospectiva, solo para nuevos trabajadores.

Lo más irónico de todo es que el propio Secretario del Trabajo respalda esta masacre a los derechos laborales del país y que no hemos escuchado lo que tienen que decir el Presidente de la Junta de Relaciones del Trabajo ni de la Comisión de Relaciones del Trabajo del Servicio Público, dos de las entidades que atienden asuntos laborales del país.

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Este proyecto contiene varios puntos que rayan en lo inconstitucional. Sin embargo, el más notable de estos, para mí es cambiar la Ley 80 el patrono no tiene que probar que el despido fue injustificado. La Constitución de Puerto Rico dice claramente que una persona es inocente hasta que se le pruebe lo contrario. Ese principio es utilizado para todos los casos, incluyendo los laborales. La aprobación de este cambio de la Ley 80 es como cambiar esa disposición constitucional solo para casos laborales.

Ahora bien, este hecho no solo va a afectar el despido injustificado, sino que además, puede incidir en la inmensa mayoría de los casos laborales que se llevan a los distintos foros de arbitraje ya que de la firma de la ley en adelante, no será necesario que el patrono tenga que llevar el peso de la prueba.

No nos cabe la menor duda que la voz de los sindicatos del país se va a dejar escuchar ante la aprobación de este nefasto proyecto. Pero personalmente quiero hacer un llamado, mas allá de los sindicatos, a todos los empleados del sector privado, tengan o no una unión que los represente a levantar su voz de protesta ya que ellos verán el mayor impacto de esta ley.

Si el pasado gobernador actuó vilmente en contra de los trabajadores, este ha sido un ataque mayor a los derechos laborales que tanta lucha y sacrificio costaron conseguirlos.

Esta ley no conseguirá generar ni un solo empleo nuevo, ya que le dieron la llave al sector privado para explotar a los empleados, quienes ya han comenzado cesantías de trabajadores y en los próximos meses traerán trabajadores nuevos para darle los beneficios que contiene esta reforma patronal.