[COLUMNA] Si usted vincula el COVID-19 con teorías conspiranoicas, tome de su tiempo y lea esto

Por: Carolina Rodríguez Plaza, periodista Univisión 65 – Filadelfia

Hagamos un ejercicio hipotético con cifras en dos dígitos y totalmente al azar.

Un hospital tiene capacidad para atender 20 pacientes en la UCI y tiene disponibles 15 respiradores artificiales.

Hoy tiene 15 pacientes con COVID-19 en la UCI y 10 en respirador.

Le quedan cinco espacios en la UCI y cinco respiradores disponibles.

Cinco pacientes (non COVID), llegan al hospital de área o región que le corresponde o al más cercano basado en la gravedad.

  1. Paro respiratorio por enfisema, asma, pulmonía, etc. 
  2. Nefropatía diabética 
  3. Infarto
  4. Fallo multi órgano por complicaciones asociadas a cáncer
  5. Un accidente automovilístico

¡Boom! El hospital de su zona llegó a capacidad.  Si usted necesita buscar servicio o tiene alguno de los anteriores- busque dónde ir, en su zona no tendrá espacio. Ni servicio. Posiblemente, el personal médico, enfermeros, terapistas estén a capacidad.

Por ahí podemos seguir incluyendo dolencias que no podrá resolver con un acetaminophen de farmacia o con las consultas en los médicos cuyo diploma lo firma Google. 

La crisis no radica en el número de casos que publiquemos los enemigos del pueblo y asistentes personales del mismísimo diablo.

Sí. Así nos dicen y así nos tratan a los periodistas que vivimos y respiramos por alarmar y hacerle daño a la gente.

Que gozamos y prendemos velas a cuanta deidad existe para que el informe de hoy sea peor que el de ayer y hacemos fiestas multitudinarias cuando muere alguien.

Le ofrecemos el titular al sacrificio de la humanidad, el cuerpo de la nota y el reportaje es una ofrenda para que este paraíso pandémico no culmine.

(Inserte el sarcasmo donde mejor le parezca).

La crisis, la emergencia, entre otras cosas, está ahí. En que, si tiene capacidad para 20 y ya va por 15, está llegando al límite y es muy probable que en cuestión de horas tenga 21.

Menos es más y cuando va sobrando uno es multitud.

Soy hija de un médico. Prima de un médico, cuñada de un médico, amiga de médicos. Tengo muchos conocidos que dejan el pellejo atendiendo y exponiéndose en los hospitales como los héroes que son, en sus roles de enfermeros, terapistas, escoltas, personal de mantenimiento y administración. Paramédicos, ambulancias, rescate. En fin, todos y cada uno de los que forman parte de esa primera línea que a algunos parece no importarle.

Conozco pacientes que han luchado y están HOY luchando contra un diagnóstico de COVID-19.

Sinceramente me alegro por usted si es de los que dice “no conozco a nadie con coronavirus”.

Siéntase privilegiado.

Ahora, convierta su privilegio en empatía y piense por un instante que mientras usted está feliz, de lo más campante pensando en el Nuevo Orden Mundial y las mil y una teorías de conspiración, hay un ser humano muriendo solo. Una familia, un hijo, una pareja esperando que lo llamen del hospital para decirle que su ser querido se convirtió en la estadística que los emisarios de Satanás vamos a publicar por puro placer.