Definitivamente hay sexualidad luego de los 60 años según Recinto de Ciencias Médicas

El doctor José Pardo, psicólogo y terapeuta sexual, fue uno de los panelistas del foro (Suministrada RCM).

El doctor José Pardo, psicólogo y terapeuta sexual, fue uno de los panelistas del foro (Suministrada RCM).

SAN JUAN: Con el fin de romper los mitos existentes y constructos sociales asociados a que las personas de edad avanzada no disfrutan de una vida sexual o que ya no pueden disfrutar de la vida sexual, así como crear una conciencia de apertura respecto al tema y una vida sexual saludable en la vejez, un grupo de estudiantes de la Escuela Graduada de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), realizó el foro “Metiendo mano después de los 60: sexualidad en el adulto mayor desde la perspectiva de la promoción de la salud”.

“La sexualidad es los adultos después de los 60 años ocurre, no es un mito, es una realidad. Tenemos que tomar en consideración que ocurren una serie de cambios biológicos y psicológicos. Sin embargo la sexualidad sigue siendo activa aunque de forma diferente. Con una buena orientación, con una buena asesoría desde el aspecto clínico se puede trabajar y los adultos de edad avanzada pueden tener una vida plena y disfrutar completamente su sexualidad”, explicó Santos René Ortíz, uno de los estudiantes propulsores del foro, junto a sus compañeros Ephraim Acevedo Morales, Pamela Bernard Boígues e Isamary Dávila García.

Según el psicólogo y terapeuta sexual, el doctor José Pardo, la vida sexual del adulto mayor ha sido tradicionalmente ignorada por varias razones, entre ellas que los estudios científicos y conocimiento de la sexualidad del adulto mayor han sido limitados hasta los 60 años, que se ha asumido que el adulto mayor es asexual o que no tiene necesidades sexuales, y que la sexualidad ha sido percibida con cierta desaprobación y como algo embarazoso en la vejez, en especial por los jóvenes.02-27-16 aquaviva UNNA

No obstante, Pardo dijo que la mayoría de las personas de la tercera edad en Puerto Rico se involucran en algún tipo de actividad sexual y consideran que la sexualidad es un aspecto importante en sus vidas.

Un estudio llevado a cabo entre 2004 y 2009 por la American Association of Retired Persons (AARP), demostró que en los Estados Unidos un 66 por ciento de los participantes, todos adultos mayores, vivían en pareja, hablaban de sexo con su pareja y se sentían satisfechos sexualmente. Además, más del 50 por ciento opinó que la sexualidad era un factor importante en su calidad de vida y la mayoría estuvo en desacuerdo con que la sexualidad es sólo para jóvenes.

Por otro lado, según datos presentados en el foro, muchos profesionales de la salud evitan hablar con el adulto mayor sobre el tema de la sexualidad, lo que se traduce en menos conocimiento y una vida sexual poco saludable.

“Inicialmente el tema surgió porque vimos, por ejemplo, una alta prevalencia de VIH/SIDA en esta población (adulto mayor) y decidimos investigar. Durante el proceso, nos percatamos de que en principio, no se habla de la sexualidad en el adulto mayor y consideramos necesario abordar primero en ese tema, con la intención de promover una vida sexual saludable en la vejez”, puntualizó Isamary Dávila.

El grupo de estudiantes indicó que, si bien es cierto que la vida de los seres humanos se basa en distintas etapas, el cese de la vida sexual no debe ser aceptado como algo normal porque puede causar un impacto en la calidad de vida del adulto mayor.

Según lo discutido en el foro, el proceso de envejecimiento marca una serie de cambios biológicos que pueden afectar la vida sexual de un individuo si no se tata de forma adecuada, como puede ser la difusión eréctil en los hombres, la falta de deseo, la prolongación del proceso de excitación y una menor intensidad orgásmica.

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En la mujer, por su parte, se pueden presentar síntomas como resequedad vaginal, falta de deseo, dilatación en el proceso de múltiples orgasmos y dolor debido al adelgazamiento del tejido muscular de las paredes vaginales. Ninguno de estos síntomas, sin embargo, tiene que traducirse en un cese de la vida sexual de una persona.

Distintas investigaciones afirman que si una persona posee comportamientos sexuales desde joven, la probabilidad de presentarlas como adulto mayor es sumamente alta. No obstante, personas sexualmente activas culminan su proceso sexual al llegar a cierta edad, influenciados por el dicho de “estoy viejo para esto”.