Detallistas de gasolina con otra excusa para subir precios

Cuando aún los automovilistas están  disfrutando de un alivio en el precio del litro de combustible y el pueblo cifra las esperanzas de una rebaja sustancial en la factura de la luz, vuelven a surgir las «gárgolas» de la economía anunciando nuevas subidas en los precios del barril de petróleo en el mercado mundial. Como no existe dicha completa, ahora la excusa se la achacan a los próximos Juegos Olímpicos de Inglaterra y a las constantes amenazas de los iraníes de bloquear su frontera marítima.

Pamplinas, puras pamplinas. Si bien es cierto que los Juegos Olímpicos conllevan una logística operacional que incluye la transportación por aire, mar y tierra, también se sabe que la adquisición del combustible no se hace de un día para otro. Sin embargo, para los productores del llamado «oro negro», cualquier pretexto es bueno para llenarse los bolsillos de dinero.

Aunque el precio del barril se acerca  este 18 de julio de 2012, a los noventa dólares, detallistas locales ya comenzaron a cambiar los precios a nivel de estación, como si estuvieran hablando de $140 el barril a nivel internacional.

Mientras eso ocurre, la ciudadanía sigue indefensa y a merced de los políticos carreristas  que prometen villas y castillos a cambio de votos.  Dicho de manera sencilla, no hay que ser experto en economía para saber que la dependencia del petróleo nos ha transformado en rehenes de los grandes productores, y por ende, de los que forman parte de la cadena de distribución de la gasolina y sus derivados.

De otra parte, este reciente aviso de elevar los precios del litro de gasolina en Puerto Rico, le da otra providencial excusa al actual gobierno para mantener las tarifas abusivas en el costo de la energía eléctrica a nivel de comercios y residencias.

Como en una cercana oportunidad se le dijo al gobernador Luis Fortuño, que la Autoridad de Energía Eléctrica se ha constituido en el «talón de Aquiles’ de su administración, hoy La Calle Digital le recuerda al primer mandatario que «tiene su palabra empeñada» con todos los puertorriqueños. En resumen, pagar la gasolina cara y seguir pagando la luz a precio de explotación, es demasiado abuso contra un país que ya no resiste ni una peseta más de aumentos.