Una buena manera de acabar con la tradición navideña

 

Aunque la alcaldesa de  Cabo Rojo  intenta rebatir las críticas alegando que solo se trata  del  fiel cumplimiento de una ordenanza municipal que regula tales actividades, vecinos y comerciantes de ese municipio dicen estar molestos porque las autoridades municipales pretenden que la tradición navideña vaya desapareciendo ante las presiones que se ejerce contra los organizadores de parrandas en lugares públicos y privados.

Una dueña de negocios en Cabo Rojo, alegó haber apercibida por la Policía Municipal a proveerse de los debidos permisos antes de celebrar cualquier trulla o evento artístico en el establecimiento. A opinión de juristas entrevistados por La Calle Digital, esto podría constituirse en una violación al derecho de libertad de expresión y a la potestad que tienen los ciudadanos de llevar a cabo actividades lícitas.

Aparentemente, en el municipio de Cabo Rojo las autoridades locales quieren estar tanto de dónde y quién lleva a cabo eventos artísticos y parrandas que conllevan el pago de algún permiso o patente.

Si bien es cierto que la ciudadanía tiene derecho al descanso luego de determinadas horas de la noche, para ello sigue vigente una ley contra la alteración a la paz y desórdenes en la vía pública. No es matando una tradición del pueblo puertorriqueño que se logra vivir en paz y  hermandad vecinal.