Agencias regionales del gobierno alejadas del pueblo

MAYAGUEZ: A menos que usted pertenezca al grupo de privilegiados a quien le basta una llamada telefónica para que le resuelvan un trámite en cuestión de minutos, ahora es cosa del pasado visitar agencias regionales del gobierno donde impere  un ambiente de servicio a los ciudadanos, más allá de «palas» y afiliación política. Algunas de esas dependencias públicas donde se piensa que servir es un favor que se le hace al pueblo, la encabezan la Autoridad de Energía Eléctrica, Acueductos y Alcantarillados y las oficinas CESCO de Obras Públicas Estatal.

Si usted no ha vivido la mala experiencia de tener que hacer turno desde horas de la madrugada, haga la prueba y se  convencerá. Aparentemente, algunos empleados del gobierno han olvidado la sencilla frase de, «buenos días» y otros responden de manera destemplada cuando se les formula alguna pregunta. La Calle Digital, pudo observar que en Acueductos y la oficina regional de la AEE en Mayagüez, hay varias personas que parecen no trabajar a gusto en esos lugares.

Sin embargo, debemos mencionar la honrosa excepción de la Colecturía del Departamento de Hacienda en Hormigueros, donde siempre los clientes son atendidos con respeto y los funcionarios a cargo de la misma  reciben a los ciudadanos con afecto y consideración.

A diferencia de eso, ir a la oficina de la AAA en Mayagüez equivale a perder una mañana y a que lo obliguen a regresar varias veces para resolver el mismo asunto. Esto que se define como «un gobierno dentro del gobierno» es la orden del día en las oficinas gubernamentales que están alejadas de la supervisión directa de secretarios y directores de corporaciones públicas.

En el caso de la Autoridad de Energía Eléctrica, aparte del abuso que impera en esa corporación con la facturación a sus clientes, el  deseo de servir se limita a un grupo de empleados de carrera, pero no se puede afirmar lo mismo de las llamadas «batatas políticas».  «Esto es pa’a 30 años», respondió un funcionario de la AAE, cuando se le inquirió porqué no se movía de su escritorio para ayudar a otros compañeros sobrecargados de trabajo.