Temas de Conversación: Protejamos a nuestros niños

Por Julio Víctor Ramírez-Torres

Editor-Revista La Calle Digital

SAN GERMAN:  Hoy miércoles, por casualidad, tuve la oportunidad de presenciar un evento deportivo que tenía lugar en la escuela elemental Luis Muñoz Rivera, ubicada  frente a la carretera número 330 del Poblado Rosario. No es mi propósito restarle brillo a la actividad deportiva en la que estudiantes del mencionado plantel participaron  en  la tradicional «Carrera del Pavo». Niños y niñas cubrieron una corta distancia en las inmediaciones de la escuela, pero lo hicieron a riesgo de sus vidas.

Con vehiculos aparcados a los lados de la vía de tránsito y otros automóviles circulando por el sector, cabe preguntarle a la dirección de la escuela, y por ende, a las autoridades de educación si alguien previó las consecuencias de que uno de los menores participantes fuese atropellado por un conductor irresponsable.

En primer lugar las carreteras no son el lugar adecuado para la celebración de ese tipo de eventos, y menos si se trata de niños. Es bonito que se lleven a cabo esas actividades para promover la unidad y el compañerismo estudiantil, pero jamás al costo de poner en juego una vida.

Presumo que la carrera estaba programada desde hacía varias semanas, por lo que el director o la principal de la escuela bien pudo haber coordinado con la Policía, un lugar más seguro para celebrar la actividad. Fue notable la ausencia de vigilancia policial, ya que una dama adscrita a la Policía Municipal, tuvo que velar por la seguridad de los estudiantes y coordinar el tránsito. Como siempre, la Uniformada estatal brilló por su ausencia. Que conste, por el sitio pasó  una patrulla estatal manejada por un individuo vestido de paisano, que ni se dió por enterado del evento.

Me hubiera gustado haber hecho un reconocimiento total a los organizadores de la Carrera del Pavo, en la escuela Luis Muñoz Rivera del Poblado Rosario, pero debo subrayar que faltó organización y medidas de seguridad. De la crítica excluyo a los estudiantes que observaron comportamiento de excelencia. Los padres o tutores  deben  exigir que para próximas actividades o eventos deportivos se busque un lugar adecuado y no tan peligroso como la carretera estatal 330.