En la Sala de Investigaciones del Centro Judicial de San Juan, se está dilucidando hoy jueves en la tarde, la orden de protección solicitada por la señora Elisa Hernández contra el representante popular Héctor Ferrer Ríos, a quien le achaca un incidente de violencia doméstica sucedido el miércoles en el domicilio de la pareja. A pesar de que las diferencias entre Ferrer Ríos y su compañera consensual no desembocaron en agresión física, la querellante alega que el legislador la increpó con lenguaje soez y lanzó objetos contra el piso en presencia de sus hijos menores.
Luego de las llamadas efectuadas por la señora Hernández y otro familiar, la Policía acudió al hogar de Ferrer Ríos para iniciar la pesquisa de rigor, pero el defensor del legislador, Osvaldo Carlo, asegura que su cliente compareció voluntariamente y no fue encerrado en la celda del cuartel de Hato Rey Oeste, como aseguró un alto oficial de la Uniformada.
Así los acontecimientos, el licenciado Ferrer Ríos fue detenido durante 26 largas horas, sin formulación de denuncias ni permitirle contacto con sus familiares. No fue hasta entrada la tarde de hoy y luego de la orden de protección solicitada por su compañera, que el candidato a alcalde de San Juan, fue dejado en libertad y sin la radicación de la Ley 54 de Violencia Doméstica.
No se descarta, sin embargo, que el expediente del legislador sea elevado a la Oficina del Fiscal Especial Independiente para acción ulterior. La orden de protección es un procedimiento de carácter civil.
Tras su salida del Cuartel de Hato Rey, el representante Ferrer Ríos pidió a los medios de comunicación que le concedan «el espacio» para poder evaluar su situación actual y tomar un descanso luego de tantas horas bajo la custodia de la Policía. «En su momento contestaré todas sus preguntas», señaló el abogado Ferrer Ríos, a los periodistas que lo abordaron a la salida del destacamento policiaco.
Al cierre de esta edición la juez superior Lady Buonómo, emitió la orden de protección solicitada por la compañera del licenciado Ferrer Ríos, indicando en la misma que el querellado tendrá que mantenerse alejado de la fémina por un término de un año. La jueza también dispuso que la custodia del niño procreado por la pareja quede bajo la tutela de la madre.