Tras recibir confidencias que los llevaron hasta las cercanías del vecindario donde residía la infortunada, agentes del Cuerpo de Investigaciones Criminales lograron recuperar unos diez casquillos de bala calibre .40 que serán comparados con el proyectil que tronchó la vida de la estudiante Karla Michelle Negrón Vélez, herida fatalmente en la noche del pasado 31 de diciembre mientras despedía el año con sus familiares. Al momento se habla de tres sospechosos o » individuos de interés» cuya identidad conocen las autoridades.
La pesquisa se concentra en el sector Villa Palmeras y lugares aledaños al sitio desde surgieron decenas de disparos al aire durante la fatídica noche en que Karla Michelle, fue alcanzada por una bala perdida. La estudiante de ballet, permaneció hospitalizada durante dos semanas sin poder recuperar la actividad cerebral. Esto provocó que sus padres Carlos y Evelyn, tomaran la dolorosa decisión de permitirle a los médicos que le desconectaran a la menor el respirador artificial que la mantenía con signos vitales.
Varios de los órganos de Karla Michelle fueron donados a través de Lifelink y su corazón late en el pecho de un hombre residente en el pueblo de Juana Díaz. También uno de los riñones de la jovencita le fue trasplantado a un paciente de 50 años de edad. Tales regalos de vida llevan a sus padres a seguir considerando que la jovencita de 15 años de edad, sigue viviendo en otros cuerpos.
Karla Michelle, recibió el lunes el homenaje póstumo de sus compañeros de clases en la Escuela Julián Blanco de Santurce y de cientos de ciudadanos que acudieron a la Funeraria Villa Nevares de Río Piedras para darle el último adiós. Entre las personas que llegaron al velatorio estuvo la ex gobernadora Sila María Calderón Serra, quien se confundió en un abrazo con los papás de Karla Michelle.
Hoy martes, la comitiva fúnebre se trasladará hasta la Plaza de los Salseros en Santurce, donde el pueblo en general tendrá oportunidad de expresar sus condolencias a los familiares de Karla y rendirle tributo a la jovencita que se ha transformado en «Símbolo de Amor para Puerto Rico».