¿ Escuelas del Siglo 21 ó fincas privadas?

Cuando escuchamos hablar sobre el programa de Escuelas del Siglo 21 que impulsa la administración Fortuño, debemos  reconocer que se trata de un proyecto de avanzada que habla positivamente del compromiso que debe mantener el gobierno con la niñez y juventud puertorriqueña. Ejemplo de un plantel de este nuevo siglo es la escuela Alfredo Dorrington ubicada en la urbanización Valle Hermoso Sur de Hormigueros.

Obviamente, escuelas del Siglo XXI requieren de ideas, programas, equipo técnico y personal debidamente entrenado para hacer de las mismas un lugar distinto y diferente donde los alumnos disfruten de acudir diariamente alejados de la aburrida pizarra, la tiza y el borrador. Con el avance de la Internet y el uso de las pizarras «inteligentes», la otrora escuela del año de las «guácaras’  será sustituida por una escuela virtual y entretenida.

Sin embargo, cuidemos que los nuevos planteles no se transformen en la finca privada de algunos directores que han llegado a creer que tienen en sus manos el control  de academias o escuelas privadas. Del Siglo 21, o del año que sea, estas aulas modernas siguen formando parte del sistema de  educación pública en la isla y son costeadas con las contribuciones del pueblo.

Interesante sería que  esas modernas escuelas fuesen dirigidas por educadores con ideas de avanzada y profesores bien pagados y especializados en las materias que han de impartir. De no ser así estaríamos ante un cuadro de edificios bien pintados, pero con alma retógrada.