¡ Cuidado! ya Puerto Rico dejó de ser la «Isla del Encanto»

Que un hijo de esta tierra tenga que doblegarse ante los grandes intereses para lograr sobrevivir en un país dominado por los que detentan el poder político y económico, antes nos parecía un asunto propio de las dictaduras de la extrema izquierda y no de una isla caribeña presuntamente dirigida por gente que se vanagloria de respetar y hacer respetar los valores que encarna  la democracia. Hoy observamos apesadumbrados cómo los llamados «líderes de pacotilla»  seleccionan a los elegidos para obtener un puesto de trabajo en esta isla, y a los que tienen el derecho a ganarse el pan de cada día para ellos y sus familias.

Nunca antes habíamos observado con cuanta desfachatez se trata a los ciudadanos que acuden a las diferentes  dependencias del gobierno central y municipios con la esperanza de lograr una oportunidad de trabajo. Si es usted uno de los allegados al partido de gobierno o se ubica en la cúpula de confianza del incumbente de turno, ya su persona pudiera tener garantizado un puesto de trabajo, aunque sea temporalmente.

Si por otra parte, usted no tiene un prontuario de servicios al partido que domina en el gobierno, mejor le aconsejo que establezca su propio negocio, si es que el estado no le pone trabas,  o tome la decisión última de buscar nuevos horizontes.

Este Puerto Rico que tanto amamos, hace bastante tiempo que dejó de ser la isla de las oportunidades. Lo que el poeta llamó la «Isla del Encanto», hoy se ha transformado en un país dividido en » cantos». Obviamente, con el pedazo mayor del bizcocho para los que controlan el poder.

Mientras un grupo de privilegiados continúa  sosteniendo que todo está mejor que nunca, don Juan y doña Panchita hacen de «tripas corazones» para llegar al final del mes. Ese matrimonio de la clase media-pobre, jamás podrá  separar $500 para gastarlos en un desayuno con el gobernante de turno.