Cuando usted como ciudadano pasa por las inmediaciones de alguna escuela, carretera o instalación deportiva y observa que el sistema eléctrico de esos lugares se encuentra encendido a plena luz del día, proceda a preguntarse de inmediato cuánto dinero representa para cada abonado de la Autoridad de Energía Eléctrica tal derroche de un servicio esencial.
El pueblo lo sabía, y el presidente del Senado Eduardo Bathia Gautier, acaba de confirmarlo de manera honesta y a riesgo de críticas en el partido político al que pertenece.
Solo un ingenuo se atrevería a negar que la lluvia de millones otorgados por la AEE a Raymundo y todo el mundo, vayan a ir a parar a un barril sin fondo. Había que ingeniarse un método para recuperar los subsidios millonarios que se conceden a diferentes sectores privilegiados del país y es de allí que «nace» el odiado ajuste por combustible en la factura mensual de la AEE.
Es por esta y otras razones que tanto en la Autoridad de Energía Eléctrica y más recientemente en la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, el «ajuste por combustible» y el llamado «CCAR» -Cumplimiento Ambiental y Regulatorio- no es otra cosa que «embelecos» para explotar a los consumidores.
Por otro lado, ahora entendemos porqué frente a nuestro hogar hay un foco del alumbrado público encendido desde hace más de un año y la AEE, ignora nuestras críticas a través de este medio. Su respuesta es siempre la misma: «Si quiere que atendamos sus llamadas debe radicar una querella en la oficina de San Germán». Obviamente, al final del camino esa energía no la pierde la AEE.
Hoy, desde estas páginas felicitamos al senador Bathia Gautier, presidente del Senado de Puerto Rico, por asumir una posición vertical a favor del pueblo consumidor que ya se cansó de la explotación a que está siendo sometido por la Autoridad de Energía Eléctrica. Alto al abuso, nuestros consumidores exigen y merecen respeto.