Con las horas contadas como representante Rivera Guerra

Luego de la más reciente decisión del Comité de Quejas y Agravios del PNP, en la que  recomiendan  dejar fuera de la papeleta electoral al actual representante José Luis Rivera Guerra, lo próximo será que el directorio de esa colectividad acoja el dictámen y presione al legislador para que presente la renuncia de manera «voluntaria» o no se le permitirá figurar en las primarias de marzo de este año.  Al comité presidido por el ex senador y juez retirado Luis F. Navas, no le convencieron las excusas y argumentos de Rivera Guerra, quien reiteró no haber incurrido en delito laguno o acto de corrupción.

El representante por el distrito 17 de Aguadilla y Moca, «cayó en desgracia» con su jefe político, el  gobernador Luis Fortuño Bursed, luego de surgir querellas sobre la construcción de dos residencias sin tener los permisos de ley y proveerse de los servicios de agua potable y energía eléctrica por medio de instalaciones no aprobadas por la AEE y la AAA. Sin embargo, no existe ley al presente que sancione la utilización de servicios esenciales por el método de «arrimo».

Así las cosas, el «ironman» Rivera Guerra, ha estado defendiéndose de tales acusaciones y de otros señalamientos que involucran al político con la supuesta aprobación de una medida legislativa para favorecer a un familiar suyo. José Luis , ha tildado de «falsas» las querellas de la oposición y de gente dentro del Partido Nuevo Progresista.

De Rivera Guerra, insistir en correr para un nuevo término como representante a la Cámara, el alto liderato de la Palma tendría que llevar el caso a los  tribunales. Sobre el particular, el alcalde novoprogresista de Yauco, Abel Nazario, continúa avalando la inocencia de Rivera Guerra. En declaraciones hoy viernes para la Cadena Noti-Uno, Abel lamentó la acción tomada por el Comité de Quejas y Agravios y reiteró el respaldo incondicional al legislador mocano.

¿ Arrimados en la isla donde tuvimos la dicha de nacer?

Si hay alguien a quien tenemos que agradecerle el volver poner de moda la palabra «arrimo», es al representante novoprogresista José Luis Rivera Guerra. Con singular maestría, el «Ironman» de la política puertorriqueña logró convencer a sus colegas de la Comisión de Etica de la Cámara, la diferencia entre vivir «arrimado» gozando de los placeres que nos regala la vida sin buscarse problemas legales interceptando los contadores de agua y energía eléctrica para disfrutar de ambos servicios.

De acuerdo al Diccionario Léxico-Hispano, arrimo significa «apego, sostenerse de algo y en algunos casos agradecer». Recuerdo que en tiempos de mis padres y abuelos los llamados arrima’os eran objeto de explotación por parte de los terratenientes y  obligados a trabajar por salarios míseros, que en muchos casos les eran sustituidos por un saco de viandas o un vale para comprar en el comercio propiedad  de los mismos patronos.

Los arrimados de los tiempos modernos, al menos gozan de algunas comodidades como televisión, agua, luz y celular, pero continúan pegados por 30 años a los bancos e instituciones de crédito. Son muchas las familias jovenes que la situación económica del país los ha llevado a arrimarse con los padres y otros familiares, a los que ayudan con sus escasos ingresos.

También sabemos de otra diversidad de arrimados en las zonas rurales, quienes por generaciones se han ido ubicando en la tierra de sus antepasados, pero sin conseguir mostrar documento alguno para establecer la titularidad de las tierras. Es justo consignar que no se trata de rescatadores y mucho menos,  de invasores de tierras. Por lo menos, los rescatadores casi siempre logran al final de la lucha que el  Estado les entregue titulos de propiedad, con instalación de agua, luz y calles asfaltadas.

Desdichadamente, los «arrima’os» como se le trata de forma despectiva, son seres honestos a quien el destino no les concedió el privilegio de alzarse más allá de la pobreza. Obviamente, este no es el caso del representante Rivera Guerra. Sin embargo, el invocar la condición de arrimo fue un golpe magistral del legislador mocano.

No puedo terminar este escrito sencillo sin dejar la siguiente interrogante en la conciencia colectiva del pueblo boricua. ¿ Estamos los puertorriqueños arrimados en la isla donde tuvimos la dicha de nacer? Esto no se trata de colores ni de ideologías partidistas; nos compete establecer en qué momento el patrono más poderoso del mundo, nos va a mirar frente a frente, de tú a tú y con el mismo grado de respeto.