Por: Rey Colón, de The Sport Press
La decisión del Senado de Estados Unidos de prohibir las peleas de gallos en Puerto Rico es otra muestra de que la Isla es una colonia y su alcance podría llegar al deporte boricua de alto rendimiento.
A tales efectos, un allegado al movimiento olímpico advirtió que el liderato deportivo del país tiene que estar atento a la posibilidad de futuras intervenciones.
“Aunque lejana, esta decisión podría incidir en el deporte boricua y revivir el issue de la autonomía deportiva que en la década de los 80 causó revuelo y la intervención enérgica del fenecido Germán Rieckehoff Sampayo y del ex senador Antonio Fas Alzamora”, indicó.
Las peleas de gallos en Puerto Rico están reglamentadas y supervisadas por una Comisión adscrita al Departamento de Recreación y Deportes que dirige la abogada Adriana Sánchez.
Esa industria genera unos $80 millones según trascendió así como unos 30,000 empleos directos e indirectos.
“Quién garantiza que en un futuro no haya intervención con el Comité Olímpico y la participación de Puerto Rico a nivel internacional. Es un issue finito que podría suceder y resucitar ante la situación y relación política de Puerto Rico. Son posibilidades que no se pueden descartar”, terminó diciendo el encubierto.
