PEÑUELAS: A opinión de familiares y vecinos, la bebé Camila Isabel Rivera Velázquez, que falleciera trágicamente el viernes en horas de la mañana al ser aplastada por una estufa de gas propano, era una niña amada por sus padres que jamás le hubieran provocado daño físico o emocional. La infante de solo 10 meses, expiró a consecuencia de los golpes y traumas sufridos tras virarse y caer sobre su cuerpecito el equipo que estaba instalado en la cocina de su hogar.
El incidente lamentable ocurrió en la residencia de Víctor Rivera Rivera y Tania Velázquez Rodríguez, en la calle 4 del barrio Tallaboa Encarnación de esta municipalidad. La pareja le dijo a la Policía que la bebé resultó golpeada en momentos que ellos se hallaban dormidos. Aunque el agente Cristóbal Robles, del distrito policíaco local socorrió a la menor y la condujo hasta el Hospital San Lucas de Ponce, la infortunada llegó sin signos vitales.
El Fiscal Ildefonso Torres ordenó que la pequeña fuese enviada al Instituto de Ciencias Forenses en San Juan, para fines de autopsia. Agentes de la División de Homicidios del CIC en la Región de Ponce, levantan evidencia en la escena a los fines de concluir las averiguaciones. Que descanse en paz, un ángel llamado Camila Isabel Rivera Velázquez.