HORMIGUEROS: Padres y madres de estudiantes de la escuela elemental Miguel Angel Rivera, localizada en el sector Jagüitas de esta municipalidad, recurrirán a los tribunales para evitar el cierre del plantel y para que los alumnos y la facultad regresen. Se afirma que el cierre fue arbitrario, pues la escuela no tuvo daños mayores causados por el huracán María, y al momento de la redacción de esta nota cuenta con los servicios de agua y energía eléctrica.
Aparte de eso, cuando se anunció el cierre de la escuela el lunes de la semana pasada, tenía suficiente matrícula para justificar la continuidad de su operación, y contaba con servicio para niños con autismo, atendiendo al momento a siete estudiantes con autismo, y servicio de terapias, del que se beneficiaban niños procedentes de otros pueblos.
La representación legal de los padres fue asumida por la licenciada Irma Casiano.
Tras la decisión, los menores fueron trasladados a la escuela elemental urbana de Hormigueros, que aparte de su propia matrícula y facultad, previamente había recibido a los estudiantes de la cerrada escuela Ana Pagán de Rodríguez, de la comunidad San Romualdo.
El resultado es la facultad y estudiantes de tres escuelas diferentes en un mismo edificio.
“Es triste ver la angustia de esos maestros y niños quienes fueron recibidos en la elemental nueva y a la vez fueron acomodados en esquinas, ya que no existe el espacio en estos momentos para poder absorber dicha comunidad. Lo más que me preocupa de esto es la forma en que la Región Educativa de Mayagüez ha trabajado la situación. Ha sido un acto de no muy buena fe hacia todos en general. Es preciso ver el estado emocional en que se encuentran muchos de los maestros. Desconozco cuál es la agenda educativa existente, cuando se manejan estas cosas con falta de sensibilidad y humanismo”, manifestó una maestra, cuya identidad se ha protegido, que se comunicó con LA CALLE Digital.
Trascendió por otra parte, que los niños procedentes de la escuela Miguel A. Rivera han tenido que tomar su merienda sentados en el pasillo.
Otras escuelas del Suroeste en la misma situación
En Cabo Rojo está ocurriendo una situación similar, asegurándose que el movimiento de la escuela Pedro Fidel Colberg a la escuela Severo Colberg, debe ser investigado y denunciado.
“Hemos intentado llegar hasta la secretaria Julia Keleher sin embargo no lo hemos logrado. La escuela Pedro Fidel cuenta con las utilidades en perfecto estado. Hoy los estudiantes de Educación Especial están tomando las terapias psicológicas en una oficina en la escuela Severo, a oscuras y con poca ventilación. En la Pedro Fidel tienen un salón preparado para recibir el servicio en mejores condiciones”, explicó una persona vinculada con esa comunidad escolar.
Se afirma que en Cabo Rojo se han producido amenazas al personal escolar con formularle cargos por insubordinación sí no siguen las directrices.
Mientras que en San Germán, se ha producido otro criticado traslado de los estudiantes de la escuela Antonia Martínez a la escuela Longfellow.