Crítico el futuro económico para la AAA y Energía Eléctrica

Si usted piensa que un cambio de gobierno en noviembre próximo pudiera ser la cura de todos los males que aquejan a Puerto Rico, pues prepárese para enfrentar el futuro incierto que nos deparan los años 2013 y 2014. No obstante las promesas de la actual la administración para reducir el astronómico costo en la tarifa por servicio de luz, problemas internacionales amenazan con duplicar el precio del barril de petróleo. «No es que seamos aves de mal agüero, pero al pueblo hay que decirle las cosas como son», indicó a La Calle Digital un especialista en asuntos financieros.

Aunque en el caso de la Autoridad de Energía Eléctrica, se ha podido notar una rebaja mensual en el llamado ajuste por combustible, esa bonanza durará poco tiempo a opinión de nuestra fuente. Incluso, se habla de que la mencionada corporación pública solo espera que pase el proceso electoral para decretar otra subida en la facturación que le quita el sueño a todos los abonados residenciales.

Pero este no es el único aumento que le aguarda al pueblo puertorriqueño, también la tarifa por consumo de agua potable y alcantarillado amenaza con elevarse en un 50 por ciento, ante la seria crisis económica que tiene «embrollá» a la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados. Es un secreto a voces que tanto la AAA como la Autoridad de Energía Eléctrica responden a los caprichos de los bonistas que son los verdaderos dueños de ambas corporaciones públicas. «Eso de que Acueductos y Energía Eléctrica son propiedad del pueblo, eso es puro cuento», apuntó nuestro asesor.

A menos que el gobierno-rojo o azul- esté dispuesto a subsidiar a la AAA con unos $400 millones anuales, serán los clientes de la agencia quienes tendrán que resistir las tarifas de agua más altas en muchas décadas.

Por las mismas  anda la AEE, que se ha transformado en la «embajada» de asilados políticos bajo todas las administraciones. Si a eso se le suma que grup0s ambientalistas se oponen a la construcción del proyecto del gasoducto y a cualquiera otra alternativa de energía renovable, entonces, los directivos de ambas corporaciones tienen la mejor excusa para subir las tarifas a gusto y antojo a partir del próximo año.