Abogado y ex policía rechaza hacerse prueba alcohol

AGUADILLA: Lutgardo Acevedo López, el conductor a quien se le imputa provocar el accidente de tránsito donde murió el ciudadano Félix Babilonia Valentín de 49 años, también se negó a hacerse la prueba de alcohol a raíz de los hechos, a pesar de tener pleno conocimiento de la ley como abogado y ex agente de Patrullas de Carreteras durante 8 años. Así lo dió a conocer un portavoz de la Uniformada, quien indicó que Acevedo López labora actualmente como contador público.

Surge de la evidencia en poder de las autoridades, que el abogado recién graduado, viajaba en su auto lujoso  BMW  por la carretera 110, kilómetro 14.3, en el sector La Sierra del barrio Pueblo de Moca, cuando invadió el carril contrario por donde transitaba el carro Toyota manejado por el señor Babilonia Valentín, impactándolo de frente.  La colisión fue de tal naturaleza que la victima falleció en el acto como resultado de graves heridas.

El accidente reportado durante el pasado fin de semana ha conmovido a los residentes del área noreste quienes exigen se haga justicia. Se dice que Acevedo López tiene muchos contactos e influencias en la región de Aguadilla, por lo que se pide que el caso sea trasladado a otra región del país.

Coincidencialmente, desde el Departamento de Justicia, se cursaron instrucciones el lunes  para que sea la Fiscalía de Distrito de Mayagüez, quien asuma jurisdicción de la pesquisa, pero no se ofrecieron otros detalles sobre el cambio.

Como dato importante, el choque provocado por el vecino de Moca fue presenciado por un agente del orden público que patrullaba el sector donde ocurrió el accidente fatal. A pesar de que Acevedo, no sufrió traumas de cuidado, éste se negó a hacerse la prueba para detectar alcohol en la sangre, aduciendo que se sentía con la presión alta. En vista de la negativa, las autoridades entendieron que el profesional se hallaba bajo los efectos de bebidas embriagantes.

El ex policía, contador y letrado deberá regresar al Tribunal de Aguadilla , este próximo 19 de julio para responder por cargos de homicidio negligente, obstruir la justicia y conducir en estado de ebriedad. La juez Soraya Méndez, le impuso una fianza global de $10 mil, que Acevedo López prestó de inmediato.

Los servicios de agua y luz el nuevo banco para hacerse ricos

En tiempos de antaño, llegar a ocupar un cargo electivo o trabajar en alguna dependencia del gobierno central o los municipios, era motivo de orgullo para aquellos ciudadanos que lograban tal distinción, siempre amparados en el compromiso de servir al pueblo sin escatimar en tiempo y dinero.  La palabra productividad formaba parte esencial de todo aquello que esperaban los contribuyentes de los servidores en los que habían depositado la confianza. Durante la época de oro del servicio público puertorriqueño, pocos hablaban de los jugosos bonos de productividad y de salarios que sobrepasan todas las posibilidades en una isla donde el empleado promedio apenas gana siete dólares por hora trabajada.

Que la gente tiene derecho a ganar el sueldo más alto de acuerdo a su capacidad y preparación académica, ésa es una premisa que podemos estipular. No obstante, pretender esquilmar los bolsillos del pueblo, autoasignándose salarios que rebasan todas las proyecciones económicas de una isla agobiada por el desempleo y la falta de oportunidades para nuestros jóvenes, es mucho más que un abuso y falta de respeto a los que aportan para sustentar  la «supernómina» gubernamental.

Mientras el gobernador Luis Fortuño, ya no sabe que  mecanismos más buscar para bajar las abusivas facturas de agua y energía eléctrica, un combo de sus allegados se llenan las carteras con ingresos impensables para el resto del pueblo puertorriqueño. Si no puede trabajar por un  sueldo más bajo, es nuestra sugerencia que el ingeniero José Ortíz, y su camarilla de privilegiados que viven como reyes en las autoridades de Acueductos y Energía Eléctrica, se vayan buscando acomodo en la empresa privada.

Los servicios esenciales de energía eléctrica y agua potable, no pueden transformarse en el nuevo «banco» para hacerse ricos a costillas de los demás trabajadores. Es hora ya, que  acabe «el pan de piquito» en esta isla golpeada por el desempleo, los precios altos de la canasta familiar y el «asalto» que representan las facturas mensuales de agua y luz. Como diría la comadre Lola: o bailamos todos o rompemos la radiola.