No hay excusas para incurrir en abuso de poder en la isla

Independientemente de si las personas intervenidas estaban incurriendo en alguna falta administrativa o infracción de ley, no hay excusa alguna para que un funcionario público no importa el rango que ostenta , se haga acompañar de varios policías para proceder al arresto de ciudadanos que solo se entretienen cantando la letra de una melodía cuya pista musical instrumental  procede de un equipo de sonido o «karaoke».  A no ser que cantar «malo»  constituya un acto criminal, lo ocurrido anoche en el pueblo de Juana Díaz, es un ataque vicioso a los derechos más elementales de las personas que pasaron el mal rato.

En un país de ley y orden como el nuestro, tolerar ese tipo de conducta por parte de funcionarios mal asesorados, es mucho más que atentar contra la dignidad de unos buenos puertorriqueños por el solo motivo de disfrutar de un rato de solaz con sus amigos. Incluso, una multa de $500 para tratar de  silenciar a la gente, es abusiva y pretende que el humilde comerciante que la recibe tenga que cerras sus puertas.

Sabemos que no faltarán excusas por parte de las personas que anoche tuvieron la brillante idea de infraccionar a los dueños de comercios que permiten a sus clientes entretenerse sanamente en lugar de «mojar» sus penas en alcohol.  Señores, es lógico que se hagan cumplir las leyes, pero ni tanto ni tampoco.  Si alguien violó alguna disposición administrativa, oriéntelo primero, ayúdele a gestionar el permiso requerido y al final, de  insistir en obrar ilegalmente, entonces proceda.

Dejemos que esos amigos del pueblo de Juana Díaz, continúen divirtiéndose al compás del «karaoke». Después de todo, » si se calla el cantor, se apaga la vida».