Operativo «Chaleco» se extenderá a otras regiones de la isla

Ante informes recibidos por las autoridades sobre la proliferación de negocios donde se permite la presencia de menores que permanecen en esos lugares sin la supervisión de familiares, las autoridades responsables  de velar por el bienestar, salud y seguridad física de nuestra niñez, llevarán a cabo operativos sorpresa en diferentes puntos de la isla. De acuerdo a una fuente allegada a la Policía Estatal, la situación detectada en el establecimiento «Shaleko’s VIP» de Río Piedras, no es un hecho aislado, ya que menores entre las edades de 10 a 16 años, acuden en horas de clases a sitios donde se expenden bebidas embriagantes y cigarrillos en diferentes  áreas de Puerto Rico.

El lente de un diario de la capital pudo captar el momento en que niños y niñas, que a esa hora de la noche tenían que estar en sus hogares bajo el cuidado de los  padres, se divertían en el centro nocturno del Area Metropolitana, consumiendo alcohol y bailando en actitud indecente. Incluso, varios  de esos jovencitos se enfrentaron a los agentes que arribaron al lugar profiriendo frases obscenas y apedreando varias patrullas de la Uniformada.

Aunque en el operativo denominado «Chaleco» se suponía que participara personal de varias agencias del Gobierno, el Jefe del Servicio Estatal de Bomberos, dijo a los medios que » que a él nunca se le notificó» sobre la intervención oficial, lo que fue avalado por el Superintendente de la Policía, Emilio Díaz Colón. Se dijo que la responsabilidad de organizar el operativo recaía sobre el Departamento de Hacienda, versión que también rechazó el secretario de esa agencia, Juan L. Méndez.

Es tal  el grado de libertinaje que afecta al país en cuanto a la crianza de los  hijos, que muchos jefes de familia  responsabilizan al Gobierno de haber despojado a los padres de la autoridad que tuvieron en el pasado. Se sabe de padres y madres que han perdido el control de sus hijos menores, pero nada pueden hacer porque si radican querellas ante las agencias pertinentes, el Estado termina  encausándolos a ellos criminalmente.

En el caso particular de la intervención en el «nightclub» de Río Piedras, también las autoridades tuvieron que aguantar los improperios de algunos padres de los menores, quienes se molestaron porque la Policía y otros funcionarios del orden público, acudieron allí para hacer cumplir las leyes.  Esos adultos «revoltosos»  ahora enfrentan cargos graves por diversos delitos, incluyendo, alterar la paz y maltrato de menores.