Honran en Cabo Rojo al Padre Larrán y a Sister Anne

CABO ROJO: La Administración Municipal de Cabo Rojo designó un puente y una calle con los nombres del Padre Francisco Larrán y de Sister Anne Eugene Vivas, quienes se dedicaron durante décadas al adelanto de las metas educativas de la niñez y la juventud caborrojeña mediante su desempeño en el Colegio San Agustín de la ciudad.

El alcalde Roberto “Bobby” Ramírez Kurtz informó en un comunicado de prensa que han honrado las ejecutorias educativas del Padre Larrán designando con su nombre el puente de la calle Baldorioty, y a la hermana Anne Eugene Vivas, colocando su nombre a la calle que discurre frente al Colegio San Agustín.

El ejecutivo municipal caborrojeño informó que el Padre Larrán regresa esta semana a España donde nació en 1926, en la provincia de León.

Recordó que el religioso llegó a Cabo Rojo en el 1954 y se hizo responsable de la construcción del Colegio San Agustín.

“Su entrega a nuestro pueblo lo hace merecedor de nuestra admiración por el tesón que tuvo, dedicado a todos, desde niños, adolescentes, jóvenes y envejecientes”, dijo Ramírez.

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Sobre la hermana Vivas, el alcalde caborrojeño destacó que la monja nació en Ponce, ingresó a la Orden de las Trinitarias, preparándose para su apostolado en las casas de formación de Alabama y Filadelfia. Entre los años 1950 y 1960, dirigió el Colegio San Agustín, dejándolo organizado hasta el noveno grado. Luego de un periodo de ausencia, regresó en el 1970.

Agregó que durante esta segunda etapa, la hermana Vivas contagió a padres, estudiantes y maestros, logrando completar el nivel de escuela superior que tantos excelentes profesionales le han dado a Puerto Rico.

“Continuó dirigiendo el colegio de manera excepcional hasta su retiro, imprimiendo su filosofía de vida de dar, amar sin límites y luchar siempre, sin importar cuan formidable la gesta, teniendo como norte el bien común y las generaciones por venir”, apuntó.

En honor a la hermana Vivas, el Colegio San Agustín creó un premio inspirado en su vida y el cual se concede al estudiante que con su iniciativa ejemplar, cortesía, vivencia religiosa y aplicación al estudio haya puesto en práctica las enseñanzas de Sister Anne.