La columna de Iván: El «fin de semana» que tuvo la Pava

El expresidente cameral Jaime Perelló, el convicto empresario Anaudi Hernández y el doctor David Bernier.

El expresidente cameral Jaime Perelló, el convicto empresario Anaudi Hernández y el doctor David Bernier.

Por: Iván Vargas Muñiz, líder obrero del Oeste y miembro de la UIA-AAA

El pasado fin de semana fue uno de mucho trabajo para el liderato del Partido Popular Democrático.

De hecho, desde el pasado jueves comenzó a pintarse un panorama bastante cargado para el alto liderato de ese partido, luego del juicio por corrupción gubernamental que se sigue en el Tribunal Federal de Puerto Rico.

En el mismo, comenzó a salir información acerca del contrato de la compañía de Anaudi Hernández, Tri Comm Global con la Cámara de Representantes. En la misma queda claro que el presidente Jaime Perelló fue al menos negligente, tanto en la otorgación del contrato como en evaluar el funcionamiento de los equipos luego de instalados.

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Sin embargo, como si de la noche a la mañana en el PPD se hubieran enterado de algo distinto, el pasado jueves el doctor Bernier pidió la renuncia de Perelló a la presidencia de la Cámara.

De ahí en adelante, la historia cambió totalmente. Ya el partido tenía programadas actividades para el fin de semana, como lo eran la reunión de la Junta de Gobierno el sábado y la reunión del Consejo General el domingo. En ambas actividades se trabajó con el asunto de la petición de renuncia que hiciera el líder de la Pava a Perelló.

La Junta de Gobierno adoptó la posición asumida por Bernier. Se dice que dicha reunión fue bastante caldeada ya que Perelló y sus defensores fueron firmes en su defensa, a tal punto que hay voces que dicen que hasta un puño en una mesa se dio. A pesar que en la tarde del sábado se rumoraba que había un acuerdo, en el que Perelló cedería sus funciones administrativas, el mismo fue desmentido por ambas partes.

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El domingo, en la reunión del Consejo, el resultado fue idéntico, no lograron la renuncia del líder cameral.

Mirando desde la distancia toda esta situación, lo cierto es que se pone en perspectiva la ambición de poder que existe en los partidos.  Esta guerra de Perelló no querer abandonar la presidencia en las postrimerías de un cuatrienio, donde ni siquiera hay una sesión legislativa, siembra muchas dudas sobre cuáles son sus verdaderas intenciones de no renunciar. Pareciera ser que hay algo que ocultar.

Pero toda esta situación, además de poner en perspectiva el arraigo que tiene la corrupción en el país, tiene también que ponernos a mirar que es lo que realmente queremos para nuestro país. Si queremos continuar llevando corruptos a las esferas de poder en el gobierno,  votando por los mismos, o si vamos a empezar a sanear la administración pública dándole la oportunidad a nuevas alternativas.

Al final, tanto forcejeo de parte y parte tuvo el efecto de lograr que Perelló dimitiera a su cargo, a pesar que se había negado a hacerlo en los días anteriores. A pesar de eso, pienso que el ahora expresidente debió tomar esa determinación mucho antes para no exponer a su familia a toda esta situación. Sabemos que no ha sido acusado, sin embargo en la política, el hecho simple que te mencionen tan siquiera en un asunto de importancia, como lo es lo relacionado a este juicio, es razón suficiente para que los opositores y el país te hagan trizas públicamente.

Tenemos que sentarnos a esperar otros episodios parecidos a este, ya que, al parecer, saldrán algunos nombres más de políticos incumbentes, al igual que algunos funcionarios públicos.