Por: Iván Vargas Muñiz, líder obrero del Oeste y presidente electo de la UIA-AAA en Mayagüez
El famoso refrán, “perro que ladra, no muerde” se hizo realidad una vez más, pero en esta ocasión en el boxeo.
La pasada semana, mientras se llevaba a cabo la conferencia de prensa sobre el evento boxístico en el que participarían, entre otros boxeadores, Wilfredo «Papito» Vázquez y Juan Manuel «Juanma» López; el púgil Papito Vázquez se «puso las botas» vociferando improperios y palabras soeces contra Juanma. Gritaba a diestra y siniestra que era superior que López.
Decía que se había preparado para hacerle daño, hablaba mucho de la calle y hasta llegó a llamarlo niña, como manera de tratar de intimidar y de lucir superior a Juanma.
En las redes hubo muchos comentarios instando a Juanma a taparle la boca y hasta este servidor escribió que esperaba que Juanma hiciera la mejor pelea de su vida. Les aseguro que pensé que Papito haría un buen papel en dicha pelea.
Llegado el momento, la historia fue completamente distinta. A pesar que se pensaba que Vázquez vendría agresivo desde el mismo primer asalto y que buscaría noquear en los primeros asaltos, la realidad no fue así.
Ambos púgiles iniciaron muy comedidos tirando golpes. El aguerrido, feroz y bocón Vázquez lució como todo un principiante. Tiraba poco, se dedicó a mirar o estudiar a su oponente, mucho más tiempo de lo que debiera.
Temprano en la pelea comenzó a notarse cansado, se notaba como si le faltara el aire y sus ojos se tornaron rojos. Juanma, literalmente le dio unas clases de boxeo, que aunque no fue su mejor pelea, lo cierto es que fue mucho mejor boxeador que su oponente, obviamente según mi percepción.
Ese round 11 dará mucho que hablar y por mucho tiempo. Soy de los que quisiera saber qué fue exactamente lo que le dijo el entrenador de Wilfredo Vázquez, que molestó tanto a López como para irse hacia él e iniciar un intercambio de golpes. Aunque López estaba en desventaja, porque estaba cansado, aún tenía sus guantes y el otro no, se fue al toma y dame con el entrenador. Es más, creo que si le hubieran dado más tiempo, también lo noqueaba.
Por lo sucedido, tanto en la conferencia de prensa como en la pelea tenemos que concluir que los refranes que muchos conocemos, pueden ser basados en algunas experiencias repetitivas de nuestros antecesores.
Los dos son dos cartuchos explotao.
Dos puertorriqueños con esos shou cuando se abia visto eso con tantos boxeadores bueno que tiene PR estos dos payasos.quedaron ridículos y como si fuera poco se fueron a las manos el entrenador y juama.que bonito quedaron.