Fin de semana feriado cierra en la isla con 22 asesinatos

Aunque las estadísticas reflejan 31 casos menos que para la misma fecha del 2011,  este pasado fin de semana es descrito como uno de los más violentos en la historia del país. Las autoridades investigaron un doble asesinato en el pueblo de Arroyo, otro crimen en Bayamón, dos homicidios en Carolina, una masacre en Patillas, aparte de ejecuciones en Corozal y Villalba. Un doble asesinato ocurrió en el área donde se llevaba a cabo el Carnaval de la Sardina en Arroyo, pero la Policía no ofreció la identidad de las víctimas. Solo se sabe que uno de los infortunados  trabajaba en el sistema de audio del  carnaval.

En la ciudad de Bayamón, ocurrió el crimen de un sujeto identificado como Rafael Andino y en Carolina fueron ultimados a tiros Jaime Figueroa Andino y Jonathan, Cordero de 22 y 24 años, respectivamente. Agentes de la División de Homicidios del CIC en las regiones de Bayamón, Carolina y Guayama, están atareados tratando de establecer  la identidad de los sicarios implicados en todos los casos.

En lo que va del 2012, se han producido 146  muertes violentas en toda la isla, pero la alta oficialidad de la Policía asegura que el gobierno está  «ganando» en la lucha contra la criminalidad. La mayoría de los crímenes se le atribuyen a la lucha de los antisociales por el control de los puntos de drogas.

Con mano libre la Policía para manejar las estadísticas

Ante la determinación del Departamento de Justicia de no recomendar acción criminal contra los funcionarios de la Policía que pudieron haber avalado la manipulación de estadísticas de delitos en esa agencia, ahora la ciudadanía tendrá que pensarlo dos veces si son confiables  las cifras sobre la incidencia de casos graves en Puerto Rico. Lo anterior es el resultado de las averiguaciones llevadas a cabo por fiscales de Justicia, luego de la serie investigativa que fuera publicada en mayo pasado por el diario «El Nuevo Día».

En los escritos se marcaba una notable diferencia entre las estadísticas que ofrecía a diario la Policía y los números reales en poder del periódico. De la investigación también trascendió, que delitos tipificados como graves aparecían en el renglón de menos graves. Incluso, surgieron serias discrepancias entre los casos de homicidio llegados a conocimiento de la Policía estatal y las muertes reportadas al Instituto de Ciencias Forenses.

No obstante la gravedad de los señalamientos, varios fiscales de Justicia concluyeron que no existe base legal para penalizar a persona alguna por este tipo de «traqueteo», por lo que todo puede reducirse a sanciones administrativas si es que el superintendente Emilio Díaz Colón, ordena investigar por cuenta propia.

Aunque se da por seguro que a la alta oficialidad de la Uniformada no le preocupa ofrecer al pueblo las estadísticas confiables en cuanto a la criminalidad en la isla, la situación no es tan sencilla como aparenta. La situación amenaza con repercutir en el foro federal, ya que Puerto Rico recibe cientos de millones de dólares anualmente para la lucha contra la criminalidad.